La historia oculta de la sociedad entre Somica Dem y Dolphin S.A.

La minera inglesa que obtuvo la exclusividad de la explotación de Minas Capillitas.

Minas Capillitas, el yacimiento fue sometido a una explotación que dejó nulos beneficios a la provincia. 

El detalle del funcionamiento y los beneficios que dejó la Sociedad Minera Catamarqueña de Economía Mixta (Somica Dem), que fue reflotada durante el gobierno de Eduardo Brizuela del Moral en 2004, permanecieron ocultos a la opinión pública durante todo su gobierno. Su director, Raul Doering, hacía y deshacía sin dar mayores explicaciones y sostenía –sin que nadie lo contradijera- que no debía responder como un funcionario público, aunque su designación haya necesitado del acuerdo de la cámara de Senadores, porque él respondía a una firma de derecho privado.
Documentación a la que accedió El Esquiú.com revela que le hubiera costado mucho a Doering explicar, entre otros aspectos, los pormenores del contrato con Minera Dolphin S.A., la empresa inglesa que explotó los yacimientos más importantes de rodocrosita de Minas Capillitas, dejando deudas millonarias a la provincia en concepto de multas, y modificaciones del contrato que afectaron sensiblemente los intereses de la provincia, otorgándole rebajas escandalosas en los cánones que debían abonar, mientras sacaban cientos de toneladas de rodocrosita, que además no aportaba regalías a la provincia.
El contrato con Minera Dolphin S.A., una firma inglesa cuyo presidente era al momento del acuerdo, Alexander Harcourt, se rubricó el 18 de enero de 2008. Allí, Somica Dem le cedió la extracción, industrialización, y comercialización de la rodocrosita en forma exclusiva de las cinco minas (Ortiz, 9 de Julio, 25 de Mayo, Carmelita, Santa Luisa y escombreras anexas). A cambio de la exclusividad con la que se beneficiaba la empresa, en el anexo V del contrato se establecieron los montos que Dolphin debía pagar a Somica Dem. De esta forma, a la firma del contrato, debía abonar “en concepto de anticipo no reintegrable y como principio de ejecución de contrato, la suma de 200.000 dólares estadounidenses”. A partir de la firma del contrato y durante toda su vigencia, en forma mensual y consecutiva, la empresa extranjera debía abonar a Somica Dem la suma de 50.000 dólares.
El argumento para la tercerización de la explotación de la piedra semipreciosa fue que el yacimiento se encontraba en un estado de abandono absoluto, y que Somica, por sus propios medios no podría mejorar estructuralmente las condiciones de trabajo de los mineros y hacer las inversiones necesarias para los procesos de explotación. Sin embargo, Dolphin no mejoró un ápice las condiciones en las que se trabajaba en Minas Capillitas, las inversiones fueron inexistentes y la treintena de obreros continuaron con las mismas condiciones precarias de trabajo. Lo que sí pudo realizar Dolphin fue una verdadera carneada de la mina, extrayendo y sacando fuera de la provincia y el país las piedras de la mejor calidad sin hacer inversiones para extender la vida útil del yacimiento.
Otro de los compromisos que asumió Dolphin en el contrato tenía que ver con la industrialización del mineral. Así estaba plasmado en la cláusula cuarta del contrato, en la que la empresa inglesa asumió la obligación de poner en marcha un emprendimiento en la ciudad de Andalgalá. Y se fijaron 90 días para la concreción de esa parte del convenio. En el texto se comprometía además que se debía garantizar la mano de obra local. Y aún más, se le otorgaron a Dolphin exenciones del pago de las tasas para el transporte del material.

Leonino

El contrato –que, insistimos, nunca se hizo público- fue modificado a poco de andar. Apenas diez meses pasaron para que entre Somica Dem y Dolphin S.A. firmaran un “acta complementaria” al contrato. Fue el 14 de octubre de 2008, y el acta lleva las firmas de Ernesto Raúl Doering y Gustavo Lombardo, como presidente de la empresa de capitales mixtos y apoderado de minera inglesa. Fue entonces cuando el contrato pasó a ser una afrenta a los intereses de Catamarca, ya que se le permitió a la empresa continuar llevándose el grueso del material de mejor calidad pagando cifras irrisorias, prácticamente simbólicas, a la provincia.
El acta, a la que El Esquiú.com pudo acceder, señala que la empresa Dolphin se vio afectada por una situación “de crisis económica y financiera de carácter global”, lo que había sido supuestamente expuesto en una nota a las autoridades de Somica Dem, a comienzos de ese mes, y que con “el principio del sacrificio compartido”, se imponía la necesidad de adoptar un procedimiento de crisis.
En esa misma acta la empresa señala que continuará la explotación de rodocrosita en Minas Capillitas y garantiza que mantendrá las condiciones laborales de los obreros –las cuales eran sumamente precarias-. Pero se la beneficia con una quita de las obligaciones económicas que debían beneficiar a la provincia. En primer lugar, en el segundo inciso, se dejaron sin efecto las cláusulas tercera y cuarta del contrato original que establecían las obligaciones de la industrialización del mineral –aún cuando ya habían incumplido con el plazo previamente previsto para instalar en Andalgalá una planta de procesamiento-. Y en el tercer inciso, modifican el canon previsto en el Anexo V del contrato, que preveía el pago mensual de 50 mil dólares, para dejarlo en 75.000 pesos más IVA. De esta forma, y teniendo en cuenta que el precio del dólar en aquel entonces superaba los 3.20, Doering autorizó a Minera Dolphin a pagar menos del cincuenta por ciento del canon que, según el contrato debía abonar.

¿Crisis?

Si bien el principal argumento de Dolphin S.A. y Somica Dem para la reducción del canon es una supuesta crisis, un informe de la contadora Elisa Aurora Elizagaray, aborda puntualmente esa modificación del contrato y señala lo siguiente: “La causa de la reducción según el mismo contrato es debido a la situación de crisis cuyo origen que no surge de las constancias proporcionadas, que permita establecer si se refiere a la comercialización, al mercado o a la producción, lo que debe descartarse a tenor de lo informado en el párrafo siguiente”.
Y añade: “Para el mismo período, año 2008, y según el informe de la División de Policía Minera, la producción anual es de 188.339,9 kilogramos, demostrando un incremento de 157% respecto de la producción del año anterior. Es por ello que se considera necesario un informe que demuestre la situación de crisis que da lugar a la resignación de aproximadamente un 50 por ciento de los ingresos previstos”. Explica además Elizagaray que en base al “acta complementaria”, Somica Dem dejó de percibir cerca de 1.000.000 de pesos en el período 2008, y durante los períodos en los que Minera Dolphin tuvo el control de la mina.
Aparte del beneficio que obtuvo Dolphin con la reducción del canon –que además se pesificó-, la provincia sufrió un doble perjuicio, por cuanto todas las multas que se le impusieron a la empresa por el transporte del mineral que realizaba en forma irregular, no fueron pagadas. Y se acumuló una deuda de más de 11 millones de pesos que debería haber pagado la empresa que había asumido la extracción y comercialización de la piedra. Pero, por supuesto, las multas quedaron para que las pague el socio bobo, es decir el Estado.
En resumidas palabras, Dolphin S.A. encaró un negocio fantástico a prácticamente cero riesgo, explotando un recurso no renovable aprovechando ganancias millonarias por la venta del mineral en el mercado internacional, y generando un pasivo que terminó asumiendo Somica Dem.

Responsables

Somica Dem es una empresa que tiene una participación del Estado mayoritaria. En ese carácter, sus actos debieron ser públicos y toda su actividad controlada en forma permanente por representantes del gobierno y los organismos que deben fiscalizar la utilización de los recursos del Estado, como por ejemplo el Tribunal de Cuentas, que fue un agente absolutamente ausente durante ese proceso. Todos estos desaguisados permanecieron premeditadamente ocultos. Tal es así que a mediados del año 2009, Doering en una entrevista con diario El Ancasti expresaba que se trataba de un convenio “entre privados” y que no tenía por qué dar a conocer los detalles.
Doering fue quien montó la ingeniería para reflotar Somica Dem. Había ocupado la secretaría de Minería durante la última parte del gobierno de Oscar Castillo y continuó en el cargo cuando en 2003 asumió Eduardo Brizuela del Moral. Juntos elucubraron los vericuetos para reflotar la empresa, aún cuando la Corte de Justicia ya había ordenado su disolución en el año 2002. Queda sin responder un gran interrogante: si la provincia no recibió prácticamente ningún beneficio durante los años que Dolphin operó la mina ¿Quién se quedó con ese beneficio?

Tráfico y provisión

Una de las zonas grises del convenio que firmó Somica Dem con Minera Dolphin S.A. en 2008 tiene que ver con la provisión de parte de la producción para los artesanos que trabajan la piedra en Andalgalá, principalmente, como así también en Capital y en Belén. Una de las principales quejas fue siempre que las piedras de mejor calidad, y las más costosas, nunca eran entregadas a los artesanos, por lo que se comenzó a generar un mercado negro de quienes obtenían por métodos non sanctos la materia prima y la revendían a precios exorbitantes. Así se generó un mercado paralelo que persiste hasta el presente. Basta recordar el secuestro del pasado 2 de junio de un cargamento de más de 50 kilos de rodocrosita que fue interceptado en el Aeropuerto Felipe Varela.

En manos de CamyenEl yacimiento Minas Capillitas es propiedad de Fabricaciones Militares, que a lo largo de su historia rubricó varios convenios con la provincia para que aproveche los recursos. Luego de años de frustraciones en la explotación de una piedra que es prácticamente única en el mundo y que tiene un amplio mercado a nivel internacional, fue recién en mayo del año pasado cuando se rubricó un convenio para que la provincia, a través de la empresa creada por el gobierno de Lucía Corpacci, Catamarca Minera y Energética (Camyen), retomara la producción del yacimiento ubicado en Andalgalá.
En menos de un año, la empresa estatal realizó estudios geofísicos que permitieron hallar una nueva veta. Se aguardan nuevos estudios para determinar la potencialidad y las posibilidades de explotación. A su vez, se trabaja en modernizar los procesos en la mina y dotar al personal de nuevas herramientas y mejorar las condiciones laborales con, por ejemplo, la instalación de gas a granel, que además beneficiará a la población que rodea el yacimiento.

http://www.elesquiu.com/

Botón volver arriba
Cerrar
Cerrar