El riesgo país perforó los 1.000 puntos y tocó mínimos desde 2019 tras los anuncios de Luis Caputo

Por primera vez desde el 12 de agosto de 2019, el riesgo argentino vuelve a caer por debajo de los 1.000 puntos básicos. El desafío, hacia adelante, es generar los fundamentals para sostenerlo en estos niveles.

 

El riesgo país de Argentina rompió este viernes 25 de octubre el nivel psicológico de las 1.000 unidades y cerró en los 967 puntos básicos. Ese índice perforó esa cota clave por primera vez desde el 12 de agosto de 2019, luego de las PASO presidenciales de aquel año, que consagraron como ganadora a la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

Al Gobierno se le hacía difícil vencer las resistencias y, hace apenas un mes y medio, no lograba que el riesgo argentino perforara los 1.400 puntos. Y, si bien el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que no le preocupaba ese dato porque tenía el dinero para hacer frente a sus obligaciones hasta 2026, es un elemento clave para su plan económico y su objetivo central de levantar el cepo sin sobresaltos en el mercado cambiario.

Sucede que Argentina necesitaba que perforara las 1.000 unidades para dar una señal al mercado de que empieza a destrabar el acceso al mercado internacional de deuda, un paso que, según anticipó Caputo hace unos días, se daría a mediados de 2025, previo a los vencimientos de deuda de julio por u$s5.000 millones, justamente, con el fin de captar fondos para cumplir con esas obligaciones.

El mercado se entusiasma con el superávit fiscal y la promesa de dólares

Tras coquetear muchas veces con ese límite, este viernes, lo hizo al fin. La caída de hoy se dio en respuesta a las señales alentadoras sobre el futuro próximo de la economía doméstica, que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo. Ante esas noticias, el índice elaborado por el banco estadounidense J.P. Morgan cayó en casi 70 unidades hasta los 967 puntos básicos.

Para Juan Ignacio Alra, del grupo TPCG/Consultatio, esto se da como consecuencia de un contexto internacional que está mixto y algunos anuncios del Gobierno. «No veo ninguna variable específica argentina que haga que suceda esto. Es un poco el rally argentino típico de ver las finanzas bastante equilibradas», opina el analista.

No obstante, gran parte del mercado ve que está relacionado con los recientes acuerdos con organismos internacionales y bancos, que alejan las preocupaciones sobre próximos vencimientos de deuda soberana, al tiempo que el compromiso del gobierno libertario de Javier Milei de mantener el superávit fiscal. Y es que lo interpretan como señales de un reacomodamiento económico y un alivio financiero que alejan presiones sobre próximos vencimientos de deuda.

Luis Caputo se reunió con Kristalina Giorgieva, directora gerente del Fondo Monetario, en EEUU.

Luis Caputo se reunió con Kristalina Giorgieva, directora gerente del Fondo Monetario, en EEUU.

Sucede que esta baja del riesgo país se dio luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciara el compromiso de financiamiento para Argentina por u$s8.800 millones por parte de distintos organismos de crédito (Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial y Corporación Financiera Internacional) en el marco de su gira por los Estados Unidos para participar en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Cabe aclarar que estos dólares no llegarán de manera instantánea a la Argentina y están destinados a distintos programas que se pactaron con los organismos que los comprometieron. No obstante, los anuncios generaron una buena impresión en el mercado, que exigía al Gobierno desde hace meses que consiguiera fondos frescos para dar un panorama más certero de cuándo se podrá levantar el cepo cambiario.

Todas buenas: la reunión con el FMI

«Si bien no está clara la temporalidad de la llegada de esos desembolsos, que pueden tardar hasta seis o siete años en concretarse por completo, la noticia es buena», resume Haroldo Montagu, ex viceministro de Economía durante la gestión de Martín Guzmán al frente del Palacio de Hacienda y actual director de la consultora Vectorial. Y destaca también como un elemento positivo la visita del equipo económico al Fondo Monetario Internacional (FMI), es decir, con Gita Gopinath y Kristalina Georgieva, que abre la ventana a la posibilidad de un nuevo acuerdo que incluya desembolsos.

Son topas promesas por ahora en el marco de una Argentina que muestra cierta debilidad, pero el mercado se mueve por expectativas y queda claro que, tal como plantea el analista de mercados Leonardo Svirsky, «las noticias que vienen de afuera con respecto a la Argentina son alentadoras y esto hace que los mercados reaccionen de manera positiva». Y anticipa «es muy probable que siga un rally en los precios de los bonos».

Mateo Reschini, Senior Research Analyst de Inviu, coincide con que los anuncios que se hicieron, pero también suma los rumores de un posible REPO, «que se conocieron en los últimos días». «Creo que eso impulsa los bonos al alza, aunque los fondos comprometidos no van a ir únicamente para el Estado, sino que muchos van dirigidos a los privados, pero todo esto da la pauta de que se va a cumplir con los vencimientos pendientes del año próximo», dice.

Esto es clave en un contexto en el que se había despertado en el mercado en los últimos días el fantasma de un posible canje o reestructuración de deuda. De hecho, un referente del sector financiero había sugerido en una conferencia reciente que el Gobierno iba a tener que aplicar una operación de ese tipo y esta semana la calificadora de riesgo Moody’s también anunció que preveía un escenario de reperfilamiento de las obligaciones que Argentina mantiene con acreedores externos antes o después de las elecciones legislativas.

Pero esta tendencia no se dio de un día para el otro. «Hace más de un mes que se ve un cambio de tendencia en el mercado de capitales y responde, por un lado, a que el blanqueo comenzó a generar un flujo interesante de dólares y, por otro, ahora se suma algo de dinero de afuera que va a empezar venir. Esos elementos justifican la baja del riesgo país que se ve estos días, al menos en el corto plazo», dice a Ámbito el economista de EcoGo Sebastián Menescaldi.

El analista señala que lo que pasa es que el mercado comienza a ver que «se arma una historia» en la que se logra mantener el flujo de manera positiva». Esto se combina con que el «carry trade» fomenta que se adelanten exportaciones en un contexto de postergación del pago de importaciones y hay un suculento interés en dólares que alimenta el juego, promocionado por una baja tasa en pesos y un crawling-peg que está en el 2% mensual. «Si esto se mantiene, marcha todo bien, pero si se revierte, no sé qué va a suceder», dice.

¿Se despeja el escenario de reestructuración?

«El fuerte apoyo financiero conseguido a través de organismos internacionales y las versiones sobre las negociaciones de REPOs y un eventual nuevo programa con FMI que incluya fondos frescos alejan las chances de restructuración y eso renueva el impulso en los papeles locales», dice Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras.

En la misma línea, el asesor bursátil Marcelo Bastante señala que esta suba «se debe a una combinación de factores», a los que agrega algunos elementos del plan económico y otros avances en el plano internacional del Gobierno. «Primero, la solidez fiscal que muestra el Gobierno, mes a mes, se reconfirma el superávit fiscal y financiero, y despejaron algunas dudas respecto de la capacidad del Gobierno para afrontar los vencimientos de 2025», analiza.

Por otro lado, destaca que incide también está la buena noticia de que Argentina evitó entrar en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en la cuarta ronda de la evaluación mutua del organismo. «Es decir que la evaluación concluyó de modo satisfactorio para nuestro país», resume Bastante.

Y, en tercer lugar, suma como un elemento «los datos que vienen del exterior, ya que, en general, la presentación de los balances de las empresas argentinas que cotizan en Estados Unidos han sido positivas», a lo que agrega que ayer los mercados locales subieron con fuerza y hoy siguen la tendencia positiva.

En definitiva, tal como sostiene un informe de la consultora SBS, el optimismo en el ámbito financiero impulsó nuevos máximos en la cotización de los títulos públicos. «Los bonos en dólares, es decir, aquellos que pagan capital e intereses en esta moneda, como los Globales (con ley extranjera) y los Bonares (con ley argentina), han registrado un incremento promedio del 60% en lo que va de 2024″, señalan. Eso tiene, como contrapartida, una baja fuerte en el riesgo argentino y el mercado y el Gobierno se entusiasma con esa tendencia.

Pero, cabe recordar que, en en 2016, Mauricio Macri asumió el Gobierno con ese indicador cerca de los 500 puntos y, en octubre de 2017, había bajado a las 342 unidades, el mínimo nivel en una década, pero volvió a subir y, en 2019, superó las 2.500. Mientras que, cuando Milei llegó a la presidencia se encontraba en los 1.920 puntos y, en enero de este año, alcanzó a superar los 2.100, nivel desde el que el equipo económico de Caputo logró llevarlo a las 1.200 unidades en abril de 2024.

Luego retomó la suba, y, durante varios meses, osciló entre los 1.600 y los 1.400 puntos, hasta septiembre, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió bajar la tasa en 0,5% y eso ayudo a iniciar un nuevo rumbo bajista. Ese dato favorable para mercados emergentes, como la Argentina, combinado con los anuncios mencionado, permitieron que este viernes marcara un hito: perforó los 1.000 p.b.

Ahora, el gran desafío hacia adelante es generar los «fundamentals» para que esto se sostenga en el tiempo.

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