“De Belén hasta China, un largo camino pero totalmente hermoso”

Florencia Cura Borda estudió danza desde los ocho años y bailó en los principales escenarios del país. Hoy muestra su arte en China. Mezcla danza, canto y actuación sobre el escenario.Aunque existan los matices, la historia de cómo una pequeña promesa de la danza se convierte en bailarina profesional repite, básicamente, una cadena de sucesos. Entre los siete años en que comienza las clases de danza y, entusiasmada, la niña pasa su tiempo extraescolar sobre las alpargatas o zapatos especiales para el baile. Si el compromiso se vislumbra sólido y el talento es notable, es así como Florencia Cura Borda de pequeña promesa de la danza se convierte en una de las bailarinas profesionales más importantes de Belén y hoy con sus 24 años recorrió varios escenarios de mundo.

Puso mucho esfuerzo, tiempo, sacrificio y amor -repite: «Amor»

-¿Desde cuándo comenzaste con la danza y dónde fueron tu comienzo?

-Con la danza empecé a los siete años en la escuela de Danzas Municipal. Mi primer profesor fue Geringa, ahí cursé mi primer año. La academia «El Montaraz” se mudó al lado de mi casa y allí empecé a los 8 años con el profesor Jorge Saracho.

A la semana que entré a danzas me eligieron como paisanita para la Fiesta del Ponchito. Fue una hermosa experiencia.

Siempre fui la reina en mi casa porque soy la mayor de dos hermanos varones, entonces era todo para mí, y cuando llegué a danza era una más. Eso hizo darme cuenta de que había otras personas y que la idea de compartir era mejor que ser la única.

El profesor Saracho me enseñó muchas cosas que hoy pongo en práctica, no solo como persona sino también en el baile.

Mis compañeras fueron mis hermanas durante todo el tiempo que estuve en danza que fueron muchos años.

Me recibí e hice mis prácticas en la localidad de Londres donde me fui por un mes y estuve un año enseñando a un montón de chiquitos que hoy deben tener 10 años más.

 borda en china

-¿Recordás tu primera aparición en escena y dónde?

-Mi primera aparición fue en el jardín El Bosque de Bambi en un acto del 25 de Mayo. Recuerdo que no quería ser dama antigua, pero sí bailar candombe, esa fue la primera vez que bailé y me encantó.

Después me seguí formando en la academia América Baila del profesor Carlos Javier Saracho, de ritmos afro-latinoamericanos.

-¿Cuáles son tus géneros preferidos para bailar?, ¿por qué?

-Mis géneros preferidos sin dudarlo son los folclores de los países que sean: claro que el nuestro es uno de mis preferidos, pero siento un gran amor por el folklore peruano, heredado de Carlos Javier por supuesto. Y los elijo porque son la identidad del pueblo, con lo que nos encendemos. Como decía mi maestro en este caso Saracho, hay que calentar el corazón también antes de bailar.

-¿Dónde te seguiste formando?

-Después seguí estudiando en Buenos Aires con Guillermo Kuly Gómez de Santiago del Estero, un gran maestro, me enseñó bombo y boleadoras, nunca falté a una clase y él me contrató para venir a China en mi primer viaje con su compañía Trival Danza. Estos son los maestros que más influencia tuvieron sobre lo que hoy soy. Después hay tantos maestros en el camino como mi muy querida Silvia Zerbini (La Rioja), Silvana Sagripanti (Buenos Aires), Ariel Carlino (Buenos Aires), María Gheorghiu (Ucrania) y así muchos maestros de la Universidad Nacional del Arte.

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-¿Qué es lo que más trabajás en el día a día?

 -Lo que más trabajo es la expresión, el pasar por el cuerpo todo lo que mi cabeza y corazón piensan y sienten para volcarlo a la escena y disfrutarlo plenamente.

-¿Qué sientes por la danza? ¿Qué significa para vos bailar en un escenario?

-Por la danza siento pasión. Despierto cantando, mi cabeza baila, ensayo, trabajo, sigo cantando y duermo escuchando música, imaginando coreografías, canciones, historias. Eso es lo que siento: pasión por la danza.

-¿Qué escenarios recorriste y dónde estás ahora?

-Escenarios recorridos te diré que varios, más de los que pensé en mi vida. Desde mis primeros escenarios en mi querido Belén pasando por Cosquín, Santiago del Estero, Buenos Aires y ahora en China. Si hablamos de personaje tengo la dicha de no tener una imagen de lo que hago estipulada. Es lo que la compañía Puro Gaucho, de la cual formo parte en la actualidad, me deja encargada, improviso mi parte solo con mi Poncho y el resto son coreografías marcadas por la compañía. En fin… es necesario una comunión entre música y sentimiento, lo ideal para que el show se lleve a cabo.

-¿Qué es lo que te resultó más difícil en la danza?

-Lo que me resultó más difícil de la danza fue cuando fui a Buenos Aires. Primero dejar mi pueblo, mi familia, mis amigos, el desarraigo. Eso es lo más difícil de la danza, siempre tuve que estar moviéndome y eso me limita el tiempo con mis seres queridos. La danza me ha hecho elegir entre cosas que quiero mucho.

-¿Qué te aporta a tu trabajo en China?

-China es un lugar completamente distinto a lo que conozco, un escenario distinto, pero que me aprueba a mí y a mi compañía.

El show suma muchísimo al espectáculo que cuenta con 20 actos de la misma calidad de profesionales, entre ellos tenemos compañeros de Francia, Rusia, Ucrania, Corea del Norte, Estados Unidos, Guatemala, Cuba, Turmekistán, Moldavia, Filipinas, Colombia, Holanda, Australia. Y me suma muchísimo la experiencia de compartir con gente tan talentosa, aprender nuevos idiomas, nuevos bailes, etc.

Cuando llegué me gustaba todo porque es nuevo y después te vas asentando y ves que hay realidades crudas como en lugares de Argentina, con sus costumbres y sus cosas, pero ellos mantienen sus valores y es en la China Comunista la que yo estuve, son muy pobres, no tienen nada, no les llega nada de importación porque su país defiende su cultura y su mano de obra, así que ellos no tienen contacto de afuera en Facebook, Google, Twitter, Youtube, todo está prohibido así que claramente es muy diferente.

-¿Qué recuerdos tenés de Belén que te vio crecer en la danza? ¿Te gustaría volver a bailar y mostrar nuevamente tu arte?

-A Belén me encantaría volver y hacer el mismo espectáculo que hacemos aquí en China, estoy cantando una vidala La Flor Del Cardón y quisiera cantarla en mi pueblo para mi gente, y volver a la raíz que tanto extraño. Sería perfecto. Gracias a Dios estoy en este espectáculo a nivel internacional y con la compañía más grande de gauchos de Argentina y, por ende, del mundo, Puro Gaucho.

Te quiero agradecer la entrevista y quisiera agradecer a tanta gente que me ayudó en este camino, desde un vaso de agua, prestándome vestuario, casa, comida, palabras de aliento, bombo, boleadoras, etc.,etc. Yo nunca olvidaré a tantos que hicieron por mí, desde mis padres, hermanos, mis familiares que siempre me apoyan, a mis compañeros de danzas, mis maestros, a la gente de mi pueblo que siempre aceptaron mis iniciativas con el arte.

Por favor apoyen a todos los que tengan sueños por más pequeños que sean sí se pueden hacer realidad como mi vida, hoy es un sueño hecho realidad! De Belén hasta China… Un largo camino, pero totalmente hermoso.

Fuente:elancasti.com.ar

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