El folklore de luto: murió Pastor Luna, ícono del chamamé santiagueño
El músico y compositor de Añatuya falleció a los 72 años tras una descompensación. Con más de 30 discos editados y una trayectoria de casi cuatro décadas, se convirtió en una de las voces más queridas del chamamé y la música popular.

Santiago del Estero despide con profundo dolor a Pastor Luna, referente indiscutido del chamamé y uno de los artistas más emblemáticos de la música popular de esa provincia norteña.
El acordeonista y compositor de 72 años murió el sábado en una clínica privada de Añatuya, tras sufrir una descompensación poco antes de viajar a presentarse en la capital provincial.
Luna, que en los últimos años se había recuperado de un ACV, había participado recientemente de homenajes y reconocimientos, y se mostraba entusiasmado por su regreso a los escenarios. Incluso tenía anunciada su actuación el próximo fin de semana en la Fiesta Nacional del Meteorito, en Gancedo (Chaco).
Nacido en Añatuya, fue hijo de Antonio Luna y Victoria Garnica, quienes le inculcaron valores de humildad y respeto que siempre lo acompañaron. Su pasión por la música nació en reuniones familiares, alentado por sus tíos maternos que animaban las fiestas con guitarra.
En 1985 grabó su primer disco de larga duración para el sello Magenta, marcando el inicio de una carrera brillante.
A lo largo de su trayectoria editó más de 30 discos, obtuvo seis discos de oro y dos de platino, y cosechó innumerables reconocimientos en el país. Su estilo, ligado profundamente a las raíces litoraleñas, dejó huellas imborrables en la cultura popular y lo consolidó como una figura de respeto y cariño dentro y fuera de los escenarios.