Indec: un despido que levanta sospechas
La directora de Estadísticas debió dejar su cargo justo cuando se cambia la metodología para medir la inflación. Se trata de Analía Calero, a cargo de las mediciones del Índice de Precios de Consumo (IPC) y la medición de los precios de la producción.
Calero tenía bajo su órbita la Dirección de Índices de Precios de Consumo, que dirige Georgina Giglio, y la de Índices de Precios de la Producción, que conduce Rodrigo Oliver. Esas áreas son claves frente al nuevo IPC que el organismo lanzará en noviembre, con las mediciones inflacionarias de octubre. El IPC que ofreció una buena noticia para el relato oficial en septiembre viene recibiendo ciertos cuestionamientos respecto de la representación que los servicios tienen en el índice; y se señala que es el motivo por el cual el Gobierno logró esconder las subas de los últimos meses. Mientras que los alimentos siguen a la baja por el derrumbe en el consumo.
En ese contexto, el INDEC estrenará en noviembre el nuevo IPC con una base de 500.000 precios y 24.000 informantes. En contraste, el índice actual se construye a partir de la medición de 320.000 precios y 16.700 informantes. Significará una nueva modificación a la incorporada en 2016, cuando se cambió la modalidad con la que la inflación sólo se medía en el Gran Buenos Aires.
«Estamos en las pruebas finales. Tenemos que tener mucho cuidado en cuándo hacemos los cambios para que esto se entienda bien», había indicado en septiembre pasado el titular del organismo estadístico.
La salida de Calero suma otra cambio más en la estrucutra de gobierno de La Libertad Avanza. Hasta septiembre, ya sumaban 70 los funcionarios que habían renunciado a la gestión de ultraderecha; un promedio de una salida cada 100 horas. En las últimas semana, se sumaron bajas resonantes como las del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo; el vicecanciller Leopoldo Sohares y la mediática subsecretaria de Legales de Capital Humano, Leila Gianni.
Inflación y PBI
El Gobierno espera poder mostrar números a la baja, tras el 3,5 por ciento registrado en septiembre. La cifra fue un logro para la gestión de Javier Milei luego del salto de 4,2 por ciento registrado en agosto. La promesa del presidente fue llevar la inflación a cero, aunque un objetivo más cercano es anclarla en el 2 por ciento que equipare la devaluación mensual del dólar oficial.
El FMI lanzó este martes sus previsiones para la economía argentina y contradijo las predicciones del Presupuesto 2025, en el que el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, pronosticó una inflación del 18,3 por ciento. Para el Fondo, en cambio, será de 45 por ciento. Además, el organismo marcó una de los motivos de la desaceleración de los precios: una caída económica del 3,5 por ciento del PBI.
