Se cumplen 70 años del bombardeo a Plaza de Mayo que dejó cientos de muertos
El sangriento ataque dejó cientos de muertos y significó el preludio del derrocamiento de Juan Domingo Perón, que luego permanecería proscripto por 18 años.

Buenos Aires nunca había sido bombardeada. Tampoco lo sería después. Ese 16 de junio de 1955 el antiperonismo atacó por aire y tierra la Casa Rosada. Cómo bien lo escribió Eduardo Luis Duhalde: “El bombardeo de una ciudad abierta por parte de fuerzas armadas del propio país es un acto de terrorismo”. Ese día, entre las 12:40hs y las 17:40, la Armada Argentina, con el apoyo de un sector de la Aeronáutica y de cientos de Comandos Civiles, descargó más de cien bombas en el microcentro porteño. Los responsables de la masacre llegaron a ametrallar a población civil desarmada desde el tomado Ministerio de Marina. El objetivo principal era asesinar a Juan Domingo Perón.
El bombardeo no fue un hecho aislado. Había habido intentos de golpe en el 51 y el 52; lo habría tres meses después, en septiembre de 1955. No fue tampoco el primer hecho terrorista en el que se atacaba de manera artera y sorpresiva a civiles. En abril de 1953, un grupo de los llamados Comandos Civiles colocaron tres artefactos explosivos en los alrededores de la Plaza de Mayo durante una concentración popular organizada por la CGT. Este acto terrorista fue conducido por Roque Carranza, quien en los ochenta fue designado ministro en el gobierno de Raúl Alfonsín. Uno de esos artefactos, colocado en el andén del subte A, mató a cinco personas e hirió a decenas. Sus nombres: Santa Festigiata D’Amico, Mario Pérez, Leon David Roumeaux, Osvaldo Mouché y Salvador Manes.
También es importante señalar los apellidos de los perpetradores y cómplices de este acto: Toranzo Calderón, Olivieri, Manrique, Bengoa, Amadeo, Agote, Garcia Mansilla, Suarez Mason, Massera, Cacciatore, Rivero Kelly, Zavala Ortiz, etc.
Finalmente, ese 16 de junio la democracia y el poder popular prevalecieron, pero a un costo altísimo. Esta intentona marcó a fuego la historia argentina. Ninguna ciudad argentina fue alguna vez bombardeada por fuerzas extranjeras. El antiperonismo bombardeó Buenos Aires. Tres meses después, un nuevo golpe de Estado abriría un periodo de autoritarismo, violencia y proscripción.