Ricardo Quintela: «Hay que dejar de hablar de kirchnerismo, hay que hablar de peronismo»

Entrevista al mandatario peronista, quien cuestionó con dureza a la gestión de Javier Milei. El rearmado del PJ, en la mira. Críticas a los "dialoguistas" y a Martín Menem. Detalles de la cuasimoneda "El Chacho".

A horas de ser recibido en Casa Rosada por la firma del traspaso de obras públicas y la promesa de concreción de las que tienen más de un 80% de avance y quedaron truncas, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela dialogó con Ámbito y no ahorró cuestionamientos al gobierno de Javier Milei. También anticipó la idea de conformar un frente opositor con mandatarios provinciales, sectores de la UCR, intendentes y dirigentes sindicales.

Diagnóstico oscuro tras la Ley Bases, interlocución nula con el Ejecutivo nacional y desaprobación al RIGI. Los reparos con los “dialoguistas” y la advertencia de que las herramientas de gobernabilidad pueden hacerlos “cómplices del desastre”. La apuesta por el “Chacho” y la necesidad de una propuesta programática que vuelva a seducir al electorado.

Periodista: Después de la aprobación de la ley Bases, ¿qué espera del Gobierno nacional y sobre todo de la relación con las provincias, y en especial con La Rioja?

Ricardo Quintela: La ley Bases y el pacto fiscal no generan ningún tipo de expectativas positivas, por lo menos para quien le habla y para muchos colegas con los cuales estamos conversando, incluido aquellos gobernadores a quienes se les llama dialoguistas, que aportaron sus votos para que esto pueda ser hoy una realidad. Son leyes nocivas, tampoco marcan un camino de crecimiento y desarrollo para la sociedad argentina. Todo lo que se manifiesta a través de estas dos leyes es una política de ajuste salvaje, cruel, inhumano que se está poniendo en práctica en estos momentos. Por otro lado, el Presidente se había comprometido con la sociedad a no incrementar los impuestos, de no crear nuevos impuestos, y vuelve a poner un impuesto a las Ganancias, que es el impuesto al salario. Él mismo se opuso oportunamente. Cuando me critica a la mí porque no renuncié con el triunfo de él… yo lo tiré ahí, una cuestión inviable para mí, utópica que era, pero él también dijo que se iba a cortar un brazo si aumentaba un impuesto. Entonces, yo espero que se corte los brazos para yo pueda renunciar con todo gusto. Va a ser importante que se corte los brazos y yo renunciar, por lo menos va a hacer menos daño porque no va a tener firma. Sacando esta ironía, este recreo, la ley Bases contiene al RIGI: me parece a mí que es un tema muy complicado, que nuestra provincia no va a adherir porque esos proyectos extractivistas están sacando toda la riqueza, no dejan absolutamente nada para la Argentina. Le quitan la posibilidad a los gobernadores de que puedan sentarse a acordar con las empresas.

P: ¿Tienen proyectos de litio en la provincia?

R.Q.: En La Rioja declaramos al litio mineral estratégico. Recuperamos todas las licencias que se habían otorgado hace mucho tiempo y que no tenían ningún tipo de inversión porque se naturalizó el tema de la inmobiliaria minera. Si yo tenía licencia te la vendía en 500.000 dólares, 300.000 dólares, 200.000 dólares, de acuerdo al potencial que tenía esa mina. A su vez, nos sentamos con las empresas. En estos momentos hay cuatro empresas que están explorando en seis minas, con resultados muy positivos, y en ese diálogo con las empresas acordamos, no imponemos sino acordamos con ellos, la cantidad de trabajadores. Es decir, el 80% de la mano de obra no calificada tiene que ser riojana. El 10% de las manos de obra calificadas -de ese 20% restante- también, si es que tuviéramos esos recursos. Las empresas proveedoras de los distintos servicios tienen que ser mayoría de la Rioja, porque es el beneficio de los riojanos: la lavandería, la empresa proveedora de alimentos, del sistema sanitario, del sistema educativo, la del transporte. Son trabajos importantes, con buenos salarios y van a permitir demostrar que la minería realizada de manera sustentable genera réditos para el pueblo, para los ciudadanos, para la provincia, para el país y para la empresa.

P: ¿Cómo están las cuentas de la provincia después de los ajustes nacionales y cómo está la situación del empleo, ya sea por la recesión económica o por la falta de obras públicas?

R.Q.: Nosotros tenemos las cuentas ordenadas. Ahora, la situación de la provincia por la recesión y por el ajuste financiero del Presidente, generó una situación que la desequilibró en materia de obras públicas, en materia de la calidad prestacional en los distintos servicios. Tuvimos que replantear el esquema de prioridades. Las obras que son necesarias en las provincias que contaban con financiamiento nacional, al pararse todo eso, naturalmente, nos llevó directamente a la pérdida de casi 8.000 puestos de trabajo en el sector de la construcción. Nosotros tenemos 1.750 viviendas en ejecución en toda la provincia, con un nivel de avance que supera el 80% en la mayoría de los casos. Estamos afectando una partida de la recaudación propia para tratar de ir terminando, porque de otra manera se va a retroceder, se vandalizan las viviendas.

Quintela recibió a Ámbito y señaló que La ley Bases y el pacto fiscal

Quintela recibió a Ámbito y señaló que La ley Bases y el pacto fiscal «no generan ningún tipo de expectativas positivas».

P: ¿Tienen expectativa en esta firma con el Gobierno nacional, que promete terminar las obras que tenían un 80% de avance?

R.Q.: Yo tengo que, teóricamente, firmar mañana (por hoy). Lo que yo tengo entendido es que nos van a financiar las obras viales, ese 25% o el 30% que queda. Hay dos obras, que son plantas de tratamiento cloacales y la terminación en la trama urbana, en el centro de la ciudad. Eso lo van a financiar, es lo que nos dijeron. Después la provincia se tiene que hacer cargo de las obras civiles. Tenemos dos escuelas técnicas, dos escuelas secundarias, un hospital grande, que es en Chilecito, y otro hospital en capital, y varias obras menores que son civiles. Veremos cómo ir cumpliendo.

P: Más allá de estas diferencias que plantea con el Gobierno nacional, ¿cómo es la relación con la gestión de Milei, ya sea con los funcionarios o con el propio Presidente?

R.Q.: No tengo relación. Solo trato, de forma esporádica, con Guillermo Francos, que es el hombre con el cual se puede hablar o con el cual yo pude hablar. Todos lo conocemos de antes. Es un tipo cordial, que escucha, que intenta resolver los problemas y generalmente no puede porque no lo autorizan. Siempre es ceder, ceder, ceder. Entregar, entregar, entregar y nunca viene una devolución positiva. Entonces, no tiene herramientas como para poder acordar con los gobernadores.

P: ¿Hubo gobernadores muy voluntariosos?

R.Q.: Sí. Jaldo (Tucumán). Con todo el respeto y el cariño que le tengo. Un hermano mío, Jalil (Catamarca). También hubo legisladores nacionales de la Cámara Alta voluntariosos. La misma senadora que será embajadora ante la ONU. Eso es más grave que la Banelco, me parece.

P: ¿Esto lo atribuye también a que el peronismo, después de las elecciones, quedó en recomposición?

R.Q.: Sí, quedamos desarticulados. La falta de liderazgo dentro del peronismo no permitió que pudiéramos concentrarnos y generar un frente que ocupe el rol que nos corresponde: la oposición. Porque la oposición a nosotros nunca nos dio los instrumentos que hablan ahora. Estos instrumentos, ya lo dije, son nocivos, son perjudiciales y no les generan ninguna expectativa a la sociedad.

P: ¿Tampoco Ganancias? Muchos gobernadores lo pedían….

R.Q.: Nosotros lo que pedíamos era el Impuesto País y el impuesto al cheque. Respecto al impuesto al cheque, yo era legislador nacional cuando lo pidió Cavallo en la época de de la Rúa. Era por un año. Porque teníamos que ir eliminando algunos impuestos que eran regresivos. El Impuesto País estaba en 7,5%, lo llevó a 17,5%. De eso no teníamos parte. Es decir, se distorsionó lo que era la ley de coparticipación: era el 46% para la Nación y el 54% para las provincias. ¿Qué pasó? Ahora se invirtió: el 62% para la Nación y el 38% para las provincias.

P: Algunos gobernadores han anunciado que por el tema de Ganancias, por la forma en que se votó, van a ir a reclamar a la justicia. Usted tiene pendiente, por coparticipación, un reclamo en la Corte Suprema. ¿Va a volver a la Justicia por este tema?

R.Q.: No, no por ese tema. Nosotros hemos tenido una posición muy clara. Estamos en contra del impuesto al salario. Estamos en contra de dejar ese precedente. A pesar de que en mi provincia se beneficiaban muy pocos, que son generalmente los bancarios o los organismos nacionales que están en nuestra provincia. No hay quienes ganen más de $1,8 millones. Ni siquiera los funcionarios del Estado provincial. A nosotros no nos afecta demasiado. Pero por definición, por concepto, creemos que el salario no debe estar gravado.

P: Lo llevamos de vuelta al peronismo. ¿Cómo cree que se va a dar esa reconstrucción? ¿Cómo están trabajando usted en particular y los gobernadores en general?

R.Q.: Esta necesidad que tenemos de normalizar el tema de las autoridades partidarias nos dio pie como para poder visitar varias provincias, conversar con los compañeros. Plantear las situaciones en que estamos, cuál es nuestra visión, y ver cómo creamos un proceso. Primero, asumir que somos oposición. Nosotros no tenemos por qué darle esa llamada herramienta, porque somos oposición. ¿Se acuerdan ustedes que saltaban en las bancas para que no sancionaran la ley cuando éramos gobierno? Nunca la oposición a nosotros nos entregó las herramientas de las que hoy muchos gobernadores nuestros hacen gala. Esas herramientas no existen, las tienen que buscar ellos. De otra manera, nos convertimos en cómplices del desastre. Porque el único resultado es llevar la inflación a 25%, bajarla ahora al 5% y exhibirla como un gran logro. Había una inflación importante, que había que controlarla, que había que hacer algunos ajustes, y estábamos de acuerdo con eso. Reordenar la inversión o el gasto público, pero no de la manera en que lo está haciendo. Hay un campo propicio para que el peronismo recapacite, hagamos una autocrítica y planteemos un esquema de reorganización, no solamente para tener la legalidad para presentarnos, sino para constituir ese frente opositor, ese polo de resistencia, y poder convocar a otros partidos políticos, a los movimientos sociales, a la CGT.

P: Usted, inclusive, habló de convocar a sectores del radicalismo, a Horacio Rodríguez Larreta. ¿Mantiene esa idea?

R.Q.: El pensamiento de gente cercana a Rodríguez Larreta, sí, lo mantengo. Con la UCR, que son nuestros circunstanciales adversarios históricos, con los cuales tenemos cosas en común. Somos los más antiguos de los partidos democráticos por excelencia, hemos pasado la dictadura, hemos sido perseguidos, hemos sido encarcelados, hemos sido destituidos con golpes de Estado. Ellos fueron a Juntos con el Cambio a recibir las migajas que les tiraban de la cena que tenía el PRO. El PRO ya está con la Libertad Avanza, con un sector del radicalismo, tal vez encabezado por De Loredo, que tiene un discurso agresivo, le saltaban los ojos, y votaba positivamente las herramientas que él mismo estaba criticando. La verdad que era inentendible. De Loredo tiene dificultades para caminar, por lo menos él. Hay otro radicalismo, el de Martín Lousteau, el de Yacobitti, el radicalismo que tiene diferencias sustanciales con el Gobierno. Más gente del PRO y gente de muchos sectores, de muchos partidos políticos, inclusive de la Libertad Avanza, que hemos conversado, y no están de acuerdo con esta historia. Tienen serias diferencias con Milei, con la hermana de Milei. Tienen serias diferencias con los Menem, por ejemplo. Consideran que los Menem se han enriquecido y han fundido el país, y han fundido la Rioja, y ahora quieren fundir nuevamente el país. Eso plantean ellos.

Quintela busca armar un gran frente opositor con sectores del radicalismo.

Quintela busca armar un gran frente opositor con sectores del radicalismo.

P: De esa formación de un frente opositor, pareciera que el principal obstáculo gira en torno al eje autocrítica sobre el último gobierno, y que eso ha motivado una interna, por ejemplo, entre el kirchnerismo más duro y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. ¿Cómo interpreta usted que eso se tiene que subsanar, o cuál es el camino para conformar ese frente?

R.Q.: Primero, yo creo que hay que dejar de hablar de kirchnerismo, hay que hablar de peronismo, dentro del cual Cristina es una de las piezas clave. Yo soy peronista. No soy menemista ni kirchnerista. Yo soy peronista, de verdad diría Kirchner, por supuesto que sí. Pero el gobierno de Alberto, con respecto a este, es un lujo. Con Alberto no había este desempleo ni dificultades para que el trabajador formal llegara a fin de mes. Había un nivel de indigencia importante. Pero este hombre, lejos de achicarlo, lo acrecentó. Entonces no sé cuál fue el negocio, digamos, de votar a este hombre. Inclusive, yo creo que hay que dejar de mirar un poco al norte, hay que empezar a mirar un poco al este, al oriente, donde está China, la India, los Emiratos Árabes, Qatar, Arabia Saudita. Países que tienen la voluntad política de venir a la Argentina y a Sudamérica porque les interesa. Manejan los recursos y las inversiones, no tienen que pasar por organismos como el Fondo Monetario Internacional.

P: ¿Y quién puede encarar el liderazgo del peronismo en esta etapa?

R.Q: Una mesa. Después los nombres van a surgir naturalmente, quiénes van a conducir todo este nuevo proceso. Mientras tanto, tiene que ser un grupo de gobernadores que estén consustanciados, con grupos de legisladores nacionales, con miembros de la CGT, con miembros del movimiento social y también algunos intendentes. Sentarnos a conversar en el diseño de un programa que sea apetecible para la gente, que sea atractivo, que la gente pueda verlo, que les genere expectativas. Nosotros convocamos también al sacrificio, al esfuerzo, al compromiso, al trabajo. Hoy los convocan de una manera brutal, que te deja sin trabajo de la noche o la mañana. Son familias que pierden la sustentabilidad de sus hijos.

P: Mencionaba hace un rato a los Menem, ¿cree que están formando un polo opositor también en su provincia?

R.Q: Sí, se formó. Nos tiene sin cuidado por el momento. No son los Menem. Yo por Eduardo tengo un respeto, por la familia. Y tengo las diferencias con este muchacho, las diferencias políticas con Martín. Él no es un hombre oriundo de La Rioja, un nativo de la Rioja. Él votó en la Rioja por primera vez en el 2021. Si ustedes ven los votos de él, fueron siempre en capital. No tiene residencia en La Rioja.

P: ¿Y las provincias pueden sobrevivir lo que queda del mandato de Milei en una confrontación permanente?

R.Q.: El Gobierno nacional va a jugar a eso. Ya lo dijo claramente: los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir. Con la plata del otro, no es plata de él. Vamos a tener serios problemas. Él está jugando con la vida de la sociedad argentina. Hay gente que no le tiene miedo. Nosotros no le tenemos miedo. Nosotros queremos tener una relación de respeto, pero no tiene historia para venir a imponernos cosas a nosotros.

El gobernador de La Rioja explicó cómo funciona la cuasimoneda

El gobernador de La Rioja explicó cómo funciona la cuasimoneda «El Chacho».

P: Respecto a la cuasimoneda El Chacho. ¿Cómo sigue la circulación?

R.Q.: Esto es una inyección financiera que se le incorpora al bolsillo de los trabajadores. No va a ser para sustituir a la plata. No es que si ganás 10 y en vez de pagarte los 10 en efectivo, te pago 8 en efectivo. A los 10 le vamos a agregar el bono cuando tengamos que dar aumento. Por ejemplo, vamos a dar un bono en agosto de 50.000 pesos para cada trabajador. El comercio lo acepta 1 a 1, y tiene un pequeño interés, que si lo van a cobrar en diciembre va a ser el mismo o superior al plazo fijo.

P: Milei se burló de que no tenían respaldo…

R.Q.: Tienen todo el respaldo del gobierno de la provincia, no del gobierno nacional. Milei no sabe eso porque no entiende lo que es gobernar un país.

Para ver la entrevista completa en video hacer clic aquí

 

Fuente: Ámbito

 

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