Reforma laboral: la CGT apuesta a una marcha masiva para forzar al Gobierno a negociar
Concentrará junto a movimientos sociales, las CTA, gobernadores, intendentes y partidos políticos de la oposición. En paralelo, acelera las negociaciones en el Congreso y prepara el camino judicial.

El escenario estará instalado en el centro de la plaza, de espaldas a la Casa Rosada, todo un símbolo. No es un dato menor. Durante el gobierno de Mauricio Macri, la CGT evitó movilizarse hasta ahí para no tensar por demás. Entonces, eligió alternativas como el Monumento al Trabajo, ubicado en Paseo Colón al 800. Esta vez será enfrente del despacho del presidente Javier Milei.
Frente al escenario, sobre la plaza, estarán los sindicatos más relevantes y, en los costados, los más voluminosos. El resto se acomodará atrás. Esta disposición no es casual. En Azopardo 802 quieren evitar cualquier incidente que pueda perjudicar el reclamo. Ya sea de gremios críticos o posibles «infiltrados» como sucedió en otras manifestaciones contrarias al Gobierno.
Calle, palacio y justicia: la estrategia sindical
La discusión viene empinada para la CGT. El clima post electoral favorece al Gobierno, quién pisa el acelerador para aprovecharlo. Salvo el peronismo (en su mayoría) y la izquierda, la oposición se muestra permeable a la propuesta de “modernizar” las relaciones laborales.
La CGT lo sabe e intentará, al menos, trabar la discusión parlamentaria hasta que se disipe un poco la luna de miel libertaria. Por eso en los últimos días tuvieron reuniones con los más diversos sectores políticos y empresariales; incluso con gobernadores de Provincias Unidas. Dicen en Azopardo que en el Senado, la primera estación del proyecto, tienen más chances a su favor. Habrá que ver.
“Este es el principio de un plan de acción frente a la unilateralidad del Gobierno”, anticipa Rodríguez (UPCN). No descartan nuevas movilizaciones o, incluso, un paro general. Aunque dependerá de las negociaciones en el Congreso.
La estrategia de la CGT se completa en el plano judicial. Si avanza lo que consideran “modificaciones significativas en la legislación laboral que atacan a la estructura sindical y afecta colectiva e individualmente a los trabajadores”, apelarán como lo hicieron antes.
Hay varios ítems de la reforma que entran en conflicto con la propia Constitución nacional, como la limitación al derecho a huelga. Por eso, si sale, la CGT intentará frenarla en la Justicia, tratando de repetir el éxito conseguido.
El Gobierno pretende lograr la reforma laboral lo antes posible. El Presidente, incluso, sueña con que esté aprobada antes de fin de año. Algo improbable, aunque no imposible. Dependerá, también, de lo que haga la CGT. El primer paso será el jueves.

