El film cuenta con testimonios que contribuyen a poner las historias en contexto y darles justo valor. Dos artistas de Belén, Carlos Javier Saracho y Aimé Saracho, encarnan a los dos militantes del campo popular y defensores de los derechos humanos, cada uno en su tiempo.
El lenguaje de la danza y del cine se entremezcla con el testimonio de historiadores y testigos de los hechos. Martínez contó con el asesoramiento técnico de la ecuatoriana Yanara Guayasamín.