Lula da Silva recorrió Brasilia para analizar los daños causados por bolsonaristas

Tras su discurso desde San Pablo, el mandatario de Brasil se dirigió hacia la capital para recorrer los edificios vandalizados por los seguidores de Bolsonaro.

El presidente de BrasilLuiz Inácio Lula da Silva, llegó en horas de la noche del domingo a Brasilia, para recorrer los edificios de los tres poderes para analizar los daños materiales producidos por los militantes de Jair Bolsonaro.

Luego de anunciar la intervención federal de Brasilia, el mandatario dejó San Pablo y se dirigió a la capital en donde horas antes los manifestantes realizaron una violenta protesta antidemocrática.

El mandatario regresó a la capital brasileña tras haber estado durante el día en Arararaquara, interior de San Pablo, visitando lugares afectados por una fuerte inundación.

El interior del Congreso, el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto fueron desocupados luego de una operación que contó con la tropa de choque y el lanzamiento de gases lacrimógenos desde helicópteros. Según las autoridades, al menos 200 personas fueron detenidas por los ataques a los edificios gubernamentales.

El discurso de Lula da Silva en San Pablo

En San Pablo, Lula había dado un discurso en el que calificó de «nazis» y «fascistas» a los que invadieron las sedes de los tres poderes y decretó la intervención federal a las fuerzas de seguridad en Brasilia.

«Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán castigadas», dijo Lula por la tarde.

«Lamentablemente, la que tenían que hacer la seguridad del distrito federal era la policía militar del distrito federal y no lo hizo; hubo una incompetencia, mala voluntad o mala fe, ustedes vieron las imágenes de cómo los acompañaban» a los manifestantes, comentó.

Los ultraderechistas destrozaron las oficinas de la corte suprema, se sentaron en la silla del presidente del Senado mofándose de la situación y rompieron las oficinas contiguas a la de Lula, incluida la de la primera dama, además de obras de arte que forman parte del archivo histórico nacional.

El despacho de Lula, por tener una puerta reforzada, fue el único en no ser destruido.

Más de 80 ómnibus habían llegado el sábado a la capital federal para una manifestación que había llamado la atención del ministro de Justicia, Flavio Dino, quien había advertido de la situación al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, un bolsonarista que, según lo marca la Constitución, es el encargado de la seguridad en el Distrito Federal.

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