La OEA condenó por unanimidad los actos «fascistas y golpistas» en Brasil
El bloque americano repudió la toma de los tres poderes por parte de manifestantes bolsonaristas en Brasilia. Asimismo, su secretario, Luis Almagro, dijo que "no constituye un hecho aislado".
Ese día una turba de simpatizantes del expresidente brasileño de extrema derecha Jair Bolsonaro irrumpió en las sedes del Congreso, de la presidencia y de la Corte Suprema, donde cometieron actos vandálicos.
Los responsables de estas acciones violentas «serán identificados y tratados con el rigor de la ley, dentro del debido proceso legal», añadió el embajador.
El Estado y sus instituciones democráticas «darán respuestas a la altura de la gravedad de los crímenes cometidos», aseguró Brandelli, quien insistió en que el país celebró elecciones «libres y democráticas» que merecieron elogios de la comunidad internacional.
La investidura del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva fue una celebración de la democracia, dijo, con la presencia de más de 60 delegaciones internacionales, y representó un «reconocimiento de la solidez de las instituciones democráticas brasileñas».
Una declaración encomiada por los numerosos países que acto seguido hicieron uso de la palabra para expresar su solidaridad con Brasil.
El embajador hondureño ante la organización, Carlos Roberto Quesada, advirtió que «algo que sucede hoy en Brasil no sabemos dónde se va a replicar» porque «esto ya se está convirtiendo en una mala costumbre», y llamó a los presidentes de América Latina a trasladarse a Brasil «si fuera necesario para defender la democracia».
Surinam propuso que la OEA siga monitoreando la situación poselectoral y algunos países como Colombia y Argentina llamaron a la organización a innovar y hacer una reflexión interna «si quiere seguir vigente».