La marca de la zapatilla de Máximo Thomsen que tenía Fernando Báez Sosa en la cara

En la séptima jornada del juicio, declaró María Eugenia Cariac, perito de Policía Científica, habló sobre la marca de zapatilla que tenía la víctima en su rostro.

Continúa el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, y en esta ocasión declaró el perito que analizó la marca de zapatilla que tenía la víctima en su rostro y por la cual los rugbiers inculparon a Pablo Ventura.

Fernando Báez Sosa tenía una impronta de al menos 6 centímetros por 2 en la parte izquierda del mentón, producto de una patada, y la lesión era compatible con la zapatilla que usaba Máximo Thomsen, según explicó al declarar en el juicio por el crimen, la perito que tomó fotografías del rostro de la víctima durante la autopsia para realizar la comparación con los calzados de los imputados.

La perito indicó que se estableció «una correspondencia» entre la lesión en el rostro y la zapatilla marca Cyclone «con diseño en zigzag», que usaba Thomsen al momento del ataque, aunque sugería «una prueba más profunda» para para «corroborar si había correspondencia de diseño».

En ese sentido, declaró a continuación Haydeé Almirón, jefa del Laboratorio Científico de la Policía Federal en Mar del Plata, quien confirmó que de acuerdo a otra pericia comparativa scopométrica realizada a fines de mayo de 2020, se determinó que «la plantilla que pertenece al ciudadano Máximo Thomsen se corresponde a la huella en el maxilar inferior izquierdo».

Ante una pregunta en ese sentido del defensor, Hugo Tomei, Almirón dijo que «no hay posibilidad de error», y luego agregó que «la secuencia de zigzag» que presentaba la impronta en el rostro «no era posible que fuera de otra zapatilla».

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