Juan Sebastián Verón campeón con Estudiantes: recibió el trofeo en la tribuna y tuvo su dulce revancha contra la AFA de Tapia

Juan Sebastián Verón es mucho más que el presidente de Estudiantes de La Plata. Ahora que su club, contra viento y marea, es el campeón del Torneo Clausura tras ganarle por penales a Racing, también sacó chapa de hincha número 1 del Pincha.
Es que desde hace un par de semanas no puede ejercer su cargo. El Tribunal de Disciplina de la AFA, en un fallo arbitrario y llamativo, lo señaló como el autor intelectual del pasillo de espaldas que los jugadores del León le hicieron a Rosario Central, el campeón designado a dedo por Claudio Tapia y compañía. Y lo castigó con una inédita sanción de seis meses.
Mucho no le preocupó a la Brujita, que vivió el partido desde la Tribuna Sur del estadio Madre de Ciudades. Allí sufrió como los miles de fanáticos que viajaron hasta la cálida Santiago del Estero. Pero, sobre todas las cosas, gozó como uno más cuando Franco Pardo falló el último penal de la serie.

Después llegó bien temprano a la cancha. Se acomodó en la tribuna cerca de las 19 y contó con la compañía de su esposa, Valentina Martín, quien un rato antes había publicado una desafiante historia en Instagram, en la cual se los veía a ambos listos para asistir al Madre de Ciudades. Luego, ya en el micro, se mostró cantando una canción de cancha del Pincha. “Si me andan buscando estoy en la tribuna”, escribió la pareja de la Brujita.
Su presencia en el medio de la hinchada, algo que pocos dirigentes pueden hacer sin preocuparse, fue un imán para las cámaras. Alentó sin parar. Festejó el penal atajado por Muslera, el que fue fundamental para igualar la serie. Es que Estudiantes siempre corrió de atrás: en los 90 lo empató en el minuto 93, en el alargue sufrió y en los disparos desde los 12 pasos necesitó darlo vuelta.
Por eso se fundió en un interminable abrazo con su mujer apenas Estudiantes salió campeón, y con todos los que andaban dando vueltas cerca suyo: amigos, hinchas, privilegiados que lo tienen como ídolo y lo disfrutaron de cerca, como uno más. Poco le importó a la Bruja no haber estado en la tarima junto a Tapia y el resto de los dirigentes de la AFA, en la entrega de premios. “Encontraron la fuerza para revertir algo muy injusto”, sostuvo con una sonrisa de oreja a oreja y con un piluso negro.
Es además el primer título sin su viejo Juan Ramón, que falleció en mayo. Un festejo muy especial, lleno de emociones: el capitán Santiago Ascacibar le llevó el trofeo hasta la tribuna. Verón rió último. Y también río mejor.