Joven vagaba en Río Negro y su padre lo buscaba desde 2010
Su padre viajó para traerlo pero no quiso volver. Sus amigos decidieron intervenir y fueron a buscarlo.
Carlos Soria, un joven de 28 años, fue encontrado vagando por las calles de Neuquén. Su padre, de esta provincia, y sus amigos no sabían nada de él desde hace alrededor de 6 años. Un policía de aquella provincia lo encontró, le pidió sus datos y así se contactó con policías de acá y lograron ubicar a su padre. El hombre viajó a buscarlo pero su hijo no quiso regresar, así es que sus amigos decidieron ir ellos a buscarlo y en «honor a la amistad van a hacer todo por traerlo» según contó su padre. Carlos Soria, el padre del joven que lleva su nombre, relató a El Ancasti la historia que aún no finalizó. Anoche esperaba con ansias que los amigos de su hijo lograsen lo que él no pudo, traer de nuevo a «Carlos”.
«Si bien no pude traer a mi hijo, ahora sé a donde está y todo gracias a la excelencia de persona del sargento Rubén Ángel Muñoz, de Neuquén. Él lo encontró, lo vio vagando con sus ropas gastadas. Le preguntó de dónde era y él le dijo que de Catamarca. El sargento se contactó con el comisario Oscar Barrios de esta provincia -ex jefe de Investigaciones-, quien se encargó de ubicarme», contó el hombre.
Soria vive en La Tercena, Fray Mamerto Esquiú, y al conocer lo contado por el comisario Barrios y ver la foto enviada desde allá reconoció a su hijo. Decidió ir a buscarlo de inmediato. El miércoles viajó a buscarlo.
«El sargento Rubén Ángel Muñoz me esperó en la terminal y me llevó en su auto hasta donde estaba mi hijo», contó.
Señaló que «Carlos” había perdido su trabajo, su documentación, no tenía nada, estaba en situación de calle. «Conversamos de todo, de los problemas que existieron en nuestra familia, que es bastante triste -y de lo que no quiso hablar- tras lo cual él se fue al sur y no supimos más nada pese a que lo buscamos», dijo.
Contó que el joven se marchó hace 6 años. Supieron que estaba en Río Gallegos trabajando pero después no supieron nada más. «No quise preguntarle qué le sucedió solo quería traerlo conmigo, pero él no quiso. Me dijo que lo pensaría y no lo obligue», dijo acongojado el hombre.
La amistad
Triste por no poder traer a su hijo, el hombre regresó a Catamarca. Acá recibió la visita de los amigos de su hijo, quienes decidieron ir a buscarlo.
«En honor a esa amistad sus amigos decidieron ir a buscarlo. Ellos eran compañeros de la Escuela Industrial en donde iba mi hijo. Yo les di la partida de nacimiento que saqué y ruego que ellos puedan convencerlo», relató su padre.
«Mi hijo tiene todo un futuro por delante, él estudiaba contador público. Ojalá sus amigos puedan traerlo», reiteró el hombre.
Según contó, en el transcurso de estos años su esposa, madre del joven, murió. Igualmente el joven sabría de eso ya que se habría comunicado con algunos otros familiares.
«A mi hijo lo esperamos acá, su hermanito más chico, su familia, sus amigos», dijo.
Finalmente Soria dijo que con los amigos de su hijo le envió una carta al policía que lo encontró y movió todos sus contactos para ubicarlo sin que hubiera orden de buscarlo.
Un gran policía
Soria le envió una carta al policía que encontró a su hijo, se interesó en identificarlo sin contar con orden judicial ni policial para hacerlo: «Formado con educación y humildad, siempre con la mano tendida, existen los amigos sin conocer, en este caso fue por la mera casualidad. Y aunque no haya conseguido mi objetivo de traer a mi hijo, no pierdo la fe ni la esperanza, Sargento Muñoz Rubén Ángel, lo encontramos gracias a ud. Me saco el sombrero” por su hombría y predisposición».
Fuerte amistad
Varios de los amigos de Carlos Soria viajaron el viernes a Neuquén a buscarlo. Hicieron una remera con su nombre y la firmaron todos. En la red de facebook subieron fotos y contaron «Los chicos lo encontraron en Cipolleti, ya le dieron la remera firmada por todos! Ya le dieron zapatillas nuevas, todo nuestro esfuerzo fue por esto. Ahora falta traerte amigo! cuántas ganas de darte un abrazo amigo querido. SALÍ DE ESA CALLE, VOLVÉ!».