«Homicidio agravado por el vínculo»: perpetua para el padre y absolución para la madre

El hecho ocurrió en 2019 en Tinogasta. El fiscal había considerado que ambos compartían la culpa por el hecho.

 

Hace instancias, la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Tercera Nominación dio a conocer el veredicto por el crimen de la bebé, ocurrido en abril de 2019, en Tinogasta. Por este hecho, Juan Antonio Olivera y su pareja debían responder por la violenta muerte de la bebé de cuatro meses. Ambos habían sido imputados por “homicidio agravado por el vínculo”. Por unanimidad, el Tribunal resolvió absolver a la madre. No obstante, Olivera fue hallado culpable y condenado a prisión perpetua, la pena máxima. A la vez, se ordenó su inmediata detención y traslado al Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán.

“Desde hace tres años y un mes estoy privada de la libertad, injustamente. Nunca actué en contra de mi hija ni tampoco soy capaz. Tampoco me di cuenta que vivía con un asesino. No sólo corría riesgo mi hija en la casa, también (corría riesgo) mi otro hijo. Jamás podría actuar en contra de nadie ni de mí misma”, expresó la mujer, en su derecho a una última palabra.

Luego, el Tribunal, conformado por los jueces Jorge Palacios, Marcelo Soria y Patricia Olmi pasó a un cuarto intermedio para deliberar. Alrededor de las 11.20, se hizo lectura del veredicto.

“Mi hija va a descansar en paz”

Tras conocerse el fallo, Olivera fue esposado y trasladado al Penal de Capayán. Emocionada, la mujer se mostró satisfecha con la absolución. “Esperaba este veredicto. Siento paz y alivio porque sé que mi hija va a descansar en paz, después de tres años y estoy que estoy viviendo algo injusto. Me mantuve tranquila porque siempre estuve consciente de que nunca actué en contra de mi propia hija. Ahora puedo tener paz y sé que mi hija y mi familia también”, comentó.

La mujer había estado privado de la libertad desde el fallecimiento de la bebé. Hace dos semanas, por resolución de la Corte de Justicia de Catamarca, ella y el imputado Olivera habían recuperado la libertad, al vencerse los plazos de prisión preventiva. “Me dieron la prisión domiciliaria pero para mí era muy difícil hacer entender a mi hijo que no podía acompañarlo a ningún lado. Ahora, seguiremos con asistencia psicológica para él porque me sigue preguntando por su hermana. Por fin se termina esta tortura”, manifestó.

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