Hay vida más allá de la NBA: radiografía del presente de Facundo Campazzo, que ratificó ser el mejor base de Europa
Facu volvió a la Casa Blanca tras su paso no tan bueno por la mejor liga del mundo y retomó su dominio continental. A los 33 años sumó el décimo MVP de su carrera. El análisis del caso

Para ganar el premio, el argentino logró un total de 71 puntos, superando así los 66,6 logrados por el segundo más votado, el pivote del Unicaja Dylan Osetkowski. En una votación tremendamente igualada, Campazzo fue el favorito de los entrenadores (31 puntos) y quedó segundo para jugadores y medios de comunicación. Por su parte, Osetkowski fue el más votado por los aficionados, Markus Howard por los medios de comunicación y Gio Shermadini por los jugadores.
Y hay que sumar lo logrado a nivel continental porque hace días fue nombrado en el quinteto ideal de la Euroliga, la Champions del básquet, ratificando ser el mejor armador de Europa a los 33 años. El Real ganó la temporada regular (27-7) y Campazzo promedió 11.7 puntos, 6.5 pases gol y 17 de valoración. Números parecidos a los de la Liga Endesa, lo que ratifica su capacidad de dirigir a un equipo ante cualquier rival sumando la gestión de los durísimos calendarios.
Un soñado retorno a la Casa Blanca luego de su paso intermedio por el Estrella Roja serbio, el equipo que apostó por él tras el periplo por la NBA. Una etapa que tuvo muy buenos momentos y también de los otros. Por cómo está hoy la NBA, apoyada en la ofensiva y el tiro de tres puntos, el estilo de Facu no cuajó. Porque él es un base puro, un creador, no tanto un armador anotador, lo que busca básicamente la NBA. Y, claro, no tiene la chapa de Europa, entonces las oportunidades no abundan. Cuando las tuvo, especialmente en Denver, fueron en pocos minutos y en roles que no le convienen, como de tirador en una esquina, lejos de la pelota, su útil preferido. Es decir, lo usaron para cosas en las que Facu no es tan bueno y pagó. La pelota la tenían otros, desde Jokic hasta Doncic, entonces para su esencia era muy difícil. Si a eso le sumamos que le costó a veces en defensa y no tuvo la eficacia de tres puntos que esperaban, todo terminó en una experiencia sin éxito. Al menos de cómo se mide el éxito.
Facu no tuvo dramas. Volvió para volver a ser. Y lo logró. En el Real nada menos. De Rotundo Fracazzo no tiene nada.