Gobernadores, el PJ y el Congreso: tres frentes que hacen efecto pinza a Milei
Tras ganar oxígeno con la salida del cepo y la victoria en CABA, el Gobierno vuelve a la fase de resistencia. Diputados incomodan con proyectos sensibles pero que alteran la planilla fiscal. Provincias, hartas, muestran foto de unidad sin distinción de banderas y negocian con la Rosada. La unidad del PJ y la situación judicial de Cristina, otra luz de alarma.

El club del veto, flexible
La sesión del miércoles fue un revival de 2024. Iniciativas que también apuntaron a recomponer haberes y beneficios a los jubilados, los más perjudicados por la motosierra de la era Milei. Así como el año pasado se coló el financiamiento a las universidades, el bonus track ahora fue la emergencia en discapacidad. Los proyectos apuntan a sectores vulnerables, pero el Gobierno no accede a sentimentalismos y solo mira el Excel de los resultados fiscales.
Según cálculos de Martín Menem, los proyectos tienen un impacto del 1,8% del PBI. El número está inflado, claro. Por un lado, se calcularon en base a dictámenes de mayoría, que en el recinto se modificaron a guarismos algo más moderados. Algunos otros puntos son difíciles de calcular, según indicaron en la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Más allá de las planillas, en la esfera de la política volvió a construirse una mayoría que no escapa a votar, si hiciera falta, junto con el peronismo. Una mayoría a la que abonaron el PJ, radicales y legisladores de los bloques federales. En 2024 el antídoto de LLA fue blindar un tercio de aliados que permitió sostener vetos y, de paso, alejar cualquier fantasma de un eventual juicio político. Los famosos “87 héroes” del asado en Olivos.
La duda que queda flotando ahora es si ese tercio se mantiene estable. El PRO vuelve a quedar en el centro de la escena. O, por lo menos, el macrismo duro, mancillado por los libertarios durante la campaña en la Ciudad. Buena parte de los amarillos no responden al expresidente. Están quienes reportan a Patricia Bullrich, un puñado menor a Horacio Rodríguez Larreta y los neutrales que creen que el PRO está en extinción y que el camino sigue teñido de violeta. Son tiempos donde el garrochazo no está penado por la sociedad como en los años de Borocotó.
No obstante, ¿se sentarán de nuevo en la mesa de Olivos diputadas como María Eugenia Vidal o Silvia Lospennato? ¿Encontrará Mauricio Macri un rescoldo para diferenciarse, luego del fuego cruzado en CABA? No le sobran soldados a los libertarios, y por eso intenta poner en pausa toda actividad parlamentaria hasta el recambio de diciembre, cuando espera engrosar sus filas. Comisiones clave en stand by, iniciativas que se demoran. Pero la oposición fortalecida ya dio muestras de poder reunir el quorum si hiciera falta.
Una opción intermedia a los héroes: un tercio flexible, capaz de blindar algunos vetos, pero no todos.
Gobernadores, con billetera flaca
En la aventura libertaria, el Gobierno tuvo socios a demanda en el Congreso, más allá de las ideologías que envuelven a cada bloque. Los gobernadores, con negociaciones a la carta, fueron estratégicos para acompañar a LLA en el trazo de proyectos como la ley Bases.
Al calor de las elecciones, muchos jefes provinciales podrían ser menos transigentes a los pedidos de la Casa Rosada, máxime en tiempos de caída de la coparticipación, principalmente por un consumo que no repunta y hace mermar la recaudación de tributos que se reparten entre las provincias. También impacta la falta de obras públicas nacionales, así como deudas por las cajas previsionales no transferidas, entre otros puntos. La sensación que tienen los mandatarios es que “Nación se financia con las provincias”. Es decir, recorta gravámenes coparticipables y mantiene los que van a las arcas nacionales. Amén de impuestos como el de los combustibles, que se sigue recaudando, pero no financia obras viales, como está estipulado.
La foto del martes en el marco de una cumbre del CFI, fue una luz que apuntó a la Casa Rosada. Allí, el anfitrión Ignacio Lamothe, titular del CFI, exhibió el trabajo en cuestiones logística y alternativas de financiamiento, una paleta de opciones de organismos internacionales para avanzar con obras de infraestructura.
El convocante fue el pampeano Sergio Ziliotto, que logró reunir casi al pleno de los gobernadores. Solo se ausentó el correntino Gustavo Valdés, que tiene una negociación paralela con Balcarce 50 por las elecciones provinciales del 31 de agosto, donde se elegirá a su sucesor. ¿Arriar a LLA a una alianza con su radicalismo para evitar el voto partido? Es una opción.
Como fuera, la cumbre tiene doble lectura: por un lado, la imagen de 23 gobernadores sin distinción partidaria expresando problemas comunes con la administración nacional. Por otro, el tono moderado de las declaraciones para que Milei no lo tomara como una declaración de guerra. Por caso, muchos de ellos se fueron raudos a la Casa Rosada a firmar convenios con ARCA por el plan de los dólares en el colchón.
La posición la expresó el chubutense Nacho Torres ante la prensa, pese a haber sido de los menos locuaces en la mesa. Pidieron una audiencia a Javier Milei para tratar una reforma tributaria que integre a las provincias.
El encuentro se llevará a cabo este lunes a las 12. Lo filtraron desde algunas provincias, aunque en el Gobierno no confirmaron ni desmintieron. Con Milei fuera del país, el anfitrión será el jefe de Gabinete Guillermo Francos.
Asistirá un grupo de gobernadores designados por los propios mandatarios provinciales. Ya confirmaron su presencia Sergio Ziliotto, La Pampa; Rogelio Frigerio, Entre Ríos; Ignacio Torres, Chubut; y Martín Llaryora Córdoba. La excusa será la reforma fiscal y el reflotado Pacto de Mayo, que por el bando federal se ungió como representante al mendocino Alfredo Cornejo, uno de los gobernadores que parece no tener más alternativas que negociar con LLA en su provincia. No es el único: además de Cornejo, el mencionado Valdés y la ya consumada alianza del chaqueño Zdero, otros mandatarios buscan integrar a los violetas para no sucumbir frente al PJ.
El frente de los gobernadores es una incógnita. Hasta acá fueron quejas que luego no se tradujeron en rebeldías. El malhumor crece. La llegada de los gobernadores a la Rosada será con precio en alza: serán necesarios en el Congreso, se muestran en un scrum y con las billeteras flacas.
El peronismo, ¿se rearma?
Entre tanto, el peronismo se sacudió con la candidatura de Cristina Kirchner. Una jugada inconsulta que le puso presión a Axel Kicillof. Ambos se reunieron el jueves a última hora. Fue una reunión tensa pero cordial, sin el afecto de antaño, pero con intenciones de construir en medio de tensiones de ida y vuelta.
Cristina también le pone presión a intendentes de la tercera sección, que buscarán hacerse valer en el cierre de listas. El gobernador resistió jugadas que no le agradaron, como que se filtrara un supuesto encuentro con la expresidenta cuando en realidad estaba inaugurando una plaza en La Plata. “No lo podemos creer”, decían en despachos bonaerenses.
Sin embargo, la unidad por la que también brega Sergio Massa podría ser la única salida para evitar una derrota en manos de la alianza LLA-PRO. “Esto no implica que ya esté todo solucionado ni resuelto”, mencionaban fuentes del peronismo, que saben que todo cruje. ¿Dividirse y perder es una opción? Sí, porque puede ser un ordenador para 2027.
Como fuera, no será una buena noticia para el oficialismo si el PJ arreglara sus cuitas. Si bien en Casa Rosada prefieren a Cristina Kirchner enfrente, para polarizar. Pero la jugada de la tercera sección es un incordio para Milei, por la posibilidad de que la expresidenta gane aunque el peronismo pierda.
Por eso, los rumores de un inminente fallo de la Corte que ratificaría la condena a Cristina en la Causa Vialidad, no agrada al PJ, pero tampoco a los libertarios. Todos leen sus implicancias. La primera de ellas, será que la expresidenta quedaría fuera de carrera. Pero la interpretación ligada a la proscripción podría tener efectos insospechados.
Un protagonismo recargado de Cristina no aparece, a priori, entre los deseos de Milei. El Presidente vuelve a tener frentes abiertos a su vuelta del exterior. Frente que podrían hacer retroceder la barra de energía, como en los videojuegos.