Germán Chiaraviglio escribió una carta para contar su problema de salud: «Se me vino el mundo abajo»
El saltador con garrocha argentino abrió su corazón en las redes sociales y comentó la problemática de salud que afronta. Es una enfermedad que lo enfrenta a una lucha constante.

“Es momento para transitar lo que me toca y reconocerme en este nuevo lugar. Como cada desafío que me tocó vivir a lo largo de mi vida, ahora es momento de encarar uno nuevo. Gracias infinitas a toda mi familia y amigos, en especial a Pía y Ámbar (su mujer y su hija) que día a día me hacen la vida más feliz. No es un final ni un comienzo, es un capítulo más de mi historia, la que sigo escribiendo día a día”, finalizó y es dueño del récord argentino de esta disciplina con 5,75 metros, logrados hace casi exactamente nueve años, el 21 de julio de 2015, en los Panamericanos de Toronto..
Chiaraviglio, considerado uno de los atletas emblemáticos de Argentina en las últimas dos décadas, participó en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Río de Janeiro 2016 (terminó 11° en la final); también fue 9° en los Campeonatos Mundiales de la IAAF en Pekín 2015, con un salto de 5,65m. En su palmarés ostenta el oro logrado el Mundial Sub 18 en 2003, en Sherbrooke, fue cuatro veces campeón sudamericano, ostenta dos medallas plateadas en los Panamericanos (Toronto 2015 y Santiago 2023) y un bronce (Río 2007), cuatro oros en el Iberoamericano, y un primer puesto en los Juegos Sudamericanos de Asunción 2022.
El anuncio que hizo Chiaraviglio contó con el apoyo inmediato de decenas de colegas y deportistas con los que compartió Juegos Olímpicos y otras competencias, como Santiago Lange, Paula Pareto, Sebastián Crismanich, Facundo Conte, Matías Paredes, Sabrina Ameghino, Yamila Nizetich y Nora Vega.
“Que me haya ido bien de chico, que me haya acostumbrado a ganar, me hizo entrar en una realidad que no es la habitual”, analiza Germán: “En el deporte se pierde más de lo que se gana. Y cuando me llegó el golpe de no ganar, de entender que no era siempre así, me costó mucho”, le dijo a LA NACION en una entrevista hace un par de años. “Pero soy una persona que prefiere ver siempre el vaso medio lleno”, y explicaba: “Si no ganaba de chico y también me lesionaba, no hubiese tenido ese pasado como motivación. Lo que al principio fue un ancla lo pude convertir en una escalera”.