Falleció la exjueza de la Corte Amelia Sesto de Leiva
Sus restos serán velados en la Casa Saló de calle República y 9 de Julio. Tenía 80 años.

Falleció hoy la doctora Amelia Sesto de Leiva, de amplia trayectoria en ámbitos judiciales, donde llegó a desempeñarse como miembro de la Corte de Justicia de Catamarca.
Recibida de abogada en 1965, Sesto de Leiva fue marcada en su vocación por un abogado de Fiambalá, muy amigo de su familia, Ángel González, “desde que tuve 8 años supe que mi vocación era ser abogada. Hice mi escuela primaria en Tinogasta, y la secundaria en la ciudad, porque en esa época no había secundaria en mi pueblo. Luego volví a Tinogasta, donde trabajé como maestra durante un año y medio hasta que mi familia se estabilizó económicamente, que fue cuando surgió la oportunidad y me fui a Córdoba”, recordó hace años en una entrevista.
En referencia a la abogacía, Sesto de Leiva comentaba que “hice la carrera en 4 años y medio, pero la situación familiar me impuso volver a Catamarca, porque como hermana mayor debía volver para estar más cerca de la familia. Pero si hubiera tenido la posibilidad de quedarme, lo hubiese pensado”.
Enamorada de la Docta en su paso estudiantil, reconoció que “al volver de Córdoba me costó adaptarme a esta vida, puesto que encontraba cierta chatura, pero al mismo tiempo veía ciertas posibilidades para hacer cosas. Sin embargo, sigo observando esa chatura. Elegí quedarme por razones familiares, pero siempre existió la idea de irme, tanto que antes de casarme gestioné una beca para irme a Italia. Pero dos cosas me frenaron, por un lado la enfermedad de mi madre, y por otro lado armé mi familia”, agregaba al recordar su decisión.
Hacia 1983, cuando asumía la gobernación de Catamarca Ramón Saadi, ella lo hacía como jueza, cargo en el que se iba a mantener hasta 1987. En aquel entonces, la vieja Constitución –reformada en 1988- exigía sabiamente un segundo acuerdo para los jueces después de cumplir 4 años en el cargo. Ese segundo examen no lo pasó y quedó marginada de la magistratura.
A partir de allí militó activamente contra el peronismo, y tuvo un rol protagónico durante el proceso abierto por la muerte de María Soledad Morales. Durante la intervención federal a cargo de Luis Prol, se sumó como titular de CAPRESCA.
Ya con el Frente Cívico y Social en el poder, por la muerte de Guillermo Díaz, el gobierno radical la nombró ministra de la Corte y formó un terceto impenetrable con José “Pepe” Cáceres y Ernesto Oviedo.
Siempre identificada con el radicalismo, se mantuvo en la Corte más de dos décadas. Fue cuestionada por supuesta violación a la Constitución provincial ya que el artículo 168, prohíbe a los jubilados ejercer este tipo de cargos, y se consideró que su juramento como ministra fue irregular, tal como se lo hizo notar el Colegio de Abogados de la época al entonces gobernador.
Hacia el 2008, cuando cumplió 65 años y debía retirarse por la letra del artículo 195 que establece el punto final para los funcionarios, participó de una maniobra junto a José Cáceres, Enrique Lilljedhal y otros colaboradores logró sostenerse en el cargo.
El caso derivó años más tarde en un pedido de juicio político (también alcanzaba a José Cáceres) que no prosperó en la Legislatura, ya que la respaldaron 17 diputados (16 radicales o del PRO, más un peronista disidente) .
En plena pandemia, durante el año 2020 circuló la noticia de que renunciaba a la Corte, pero ella misma lo desmintió y aclaró que sólo había iniciado sus trámites jubilatorios.
Finalmente se alejó un año más tarde, y se le aceptó la renuncia en abril de 2021.
Sus restos serán velados en la Casa Saló de calle República y 9 de Julio. Tenía 80 años.