El último adiós a Aída Villegas, la joven que fue desaparecida durante la última dictadura militar

En una jornada de profunda emoción, Catamarca se movilizó para dar el último adiós a Aída Inés Villegas, la joven desaparecida durante la última dictadura militar. La conmovedora despedida culminó en el cementerio municipal, en un acto que unió memoria, justicia y la incansable lucha por la verdad.
Una jornada de memoria y reconocimiento
La jornada comenzó en el Juzgado Federal N°2 de Catamarca, a cargo del Dr. Guillermo Díaz Martínez, donde los restos de Aída, hallados en el Pozo de Vargas en Tucumán, fueron entregados oficialmente a su familia. Este proceso fue posible gracias a una articulación crucial con la justicia federal de Tucumán, garantizando que la entrega se concretara en su provincia natal.
Tras el acto judicial, la familia Villegas y una nutrida comitiva se dirigieron a una conferencia de prensa y, en un gesto cargado de emoción, llevaron los restos de Aída por última vez a su casa natal, ubicada en Ayacucho 769, un lugar que evoca sus primeros años de vida.
La despedida contó con la presencia del intendente, integrantes de diversos organismos de derechos humanos que han acompañado a la familia desde el hallazgo, y numerosos amigos y compañeros de Aída, tanto de Catamarca como de Tucumán. También se sumaron representantes de la Dirección de Derechos Humanos de Catamarca y la Secretaría de Derechos Humanos de La Rioja, lo que demuestra el amplio apoyo y la solidaridad interprovincial en la causa.
El trágico relato de una vida truncada
Aída Villegas, una prometedora estudiante de psicología que logró recibirse a los 22 años, tenía planes de comenzar una nueva vida junto a su pareja en Venezuela, e incluso ya había comprado los pasajes. Sin embargo, su destino fue truncado el 2 de noviembre de 1976, cuando fue secuestrada por militares en la casa de su abuela en Tucumán.
Tantos años después, la confirmación de que sus restos se encontraban entre los hallados en el Pozo de Vargas cierra un capítulo de incertidumbre para su familia, pero también reabre las heridas de un pasado oscuro. Su caso se suma a la larga y dolorosa lista de desaparecidos durante la dictadura militar, un período que Argentina se esfuerza por mantener vivo en la memoria para asegurar el «Nunca Más».
El cementerio municipal fue el punto final de esta conmovedora caravana, donde una gran cantidad de personas aguardó la llegada de los restos para participar de la misa y brindarle el último adiós a Aída Villegas, honrando así su vida y su memoria.