“El Shincal de Quimivil”, una de las principales atracciones de Tecnópolis

Buenos Aires
El público puede recorrer el interior de un “ushnu” y de una “kallanka”construcciones emblemáticas del sitio.

Presentan en la cuarta edición de la megamuestra de ciencia, tecnología y arte Tecnópolis (Buenos Aires) un espacio dedicado exclusivamente al sitio arqueológico catamarqueño: “El Shincal de Quimivil”.

En este espacio el público puede recorrer el interior de un “ushnu” (plataforma ceremonial) y de una “kallanka” (gran galpón o edificio administrativo), construcciones emblemáticas de este importante sitio del Imperio Inca.

Tecnópolis se puede visitar todos los días de vacaciones de invierno y luego de miércoles a domingo hasta el mes de noviembre, en el horario de 12 a 20 horas. La entrada es libre y gratuita.

Esta acción está asociada al proyecto de puesta en valor y difusión del sitio arqueológico que llevan adelante las mencionadas instituciones.
Sobre “El Shincal de Quimivil”

El Shincal de Quimivil representa uno de los sitios provinciales inca más importantes de todo el Tawantinsuyu. Fue construido en algún momento de la segunda mitad del siglo XV planificado no sólo como una capital político-administrativo sino también como centro ceremonial.

La decisión de su emplazamiento no fue librada al azar y planificaron la posición de todo el sitio y sus edificios al detalle. Los muros fueron orientados en una clara integración al paisaje circundante. Incluso eventos astronómicos como solsticios y equinoccios fueron tenidos en cuenta. Los picos de los cerros visibles fueron referentes sagrados que orientaban la arquitectura manifestando al mismo tiempo la veneración a los apu o señores de la montañas. Las vertientes fueron canalizadas para conducir el agua hacia el sitio, buscando captar el elemento de poder sagrado que nacía de las entrañas de los cerros.

Pero ante todo fue la exuberancia de vida silvestre que distingue la región de El Shincal la que atrajo la atención de los arquitectos del Tawantinsuyu. No solo los beneficios del río Quimivil, de agua permanente durante todo el año, sino la abundancia de flora y fauna que no eran percibidas solo como recursos económicos sino como manifestaciones de la belleza y poder de la tierra, la pachamama.

Las características de un paisaje tan cargado de vida llevó a los inca a construir un sitio con arquitectura y referentes naturales que intentaba replicar simbólicamente al Cusco. Un ushnu que se cuenta entre las plataformas ceremoniales más grandes del qollasuyu, se convierte en el axis mundi, eje del espacio, que ordena la gran plaza pública y la orientación de más de 70 recintos. Entre los más importantes se destacan una kallanka, un espacio público de reuniones a la manera de asambleas donde se discutían decisiones políticas como por ejemplo el tributo que debía ser pagado en trabajo. También otros edificios que rodean la plaza utilizados como templos y asientos de personajes de alta jerarquía. Se construyeron muchas habitaciones tipo kancha, muchas para alojar a los jefes o kuraka locales que asistían a los eventos importantes. Cerca de 80 almacenes qolqa concentraban las reservas de cultivos y objetos de valor que sustentaban la vida en este sitio.

Uno de los objetivos más importantes por el cual fue emplazado El Shincal fue materializar un espacio para las masivas reuniones festivas y rituales donde al mismo tiempo se generaban contextos de toma de decisiones políticas. Estas fiestas incluían música, bailes, representaciones escénicas y ritos de ofrenda hacia los apu, el sol, la luna y muchos espíritus poderosos que conformaban el panteón de la cosmovisión inca. La abundancia de chicha y comidas marcaba el ritmo con el que se medía la generosidad de los gobernantes que debían retribuir lo que los súbditos aportaban en trabajo para el Tawantinsuyu. Las vasijas como aríbalos, platos y contenedores de alto valor estético eran usados representando la parafernalia del lujo y el poder del inca.

El ushnu, los cerros aterrazados ceremoniales, la gran plaza y todos los hitos del paisaje sacralizado conformaban un tejido espacial que el Tawantinsuyu, representado en el soberano inca, incorporaba dentro de un espacio poblado por un sinnúmero de seres vivientes donde los seres humanos interactuaban no sólo con plantas y animales, sino también con rocas, cerros, ríos y vientos, todos espíritus poderosos capaces de intervenir en el destino de los hombres. Por ello les debían respeto y devoción y los espacios dedicados a los rituales son los testigos silenciosos de aquellas antiguas prácticas.

Ubicación

El Shincal se ubica en el Departamento de Belén, específicamente a 6 km al noroeste de la ciudad de Londres, provincia de Catamarca, Argentina. Este sitio arqueológico se dispone en el extremo meridional del Valle de Hualfín, a 1.300 m.s.n.m. Emplazado en un pequeño valle intermontano entre el río Quimivil y el río Hondo.

Flora y fauna

La región donde fue emplazado el sitio corresponde desde el punto de vista fitogeográfico a la provincia de Monte. El Shincal preserva no solo las ruinas arqueológicas incaicas sino un verdadero jardín botánico de especies autóctonas.

Actualmente abundan especies arbóreas como los algarrobos blanco y negro, chañar, mistol, churqui, tala entre muchos más. También arbustivas como el shinki, del que deriva el nombre del lugar, y un sinnúmero de plantas herbáceas de menor porte que imprimen un particular color verde en un paisaje que contrasta con los colores desérticos de las regiones cercanas. Muchas plantas medicinales crecen aquí, las cuales son aprovechadas en el presente así como lo fueron en el pasado.

En el presente las especies de mamíferos que habitan la zona son el zorro gris, hurón común, cuis chico y tucu-tuco, en el pasado era común el guanaco y la mara. La avifauna incluye especies tales como martineta común, gavilán mixto, aguilucho común, chimango, halcón plomizo, pitotoy chico, gallito arena, pico de plata, golondrina tijerita, calandria grande, diuca común, monterita de collar, tordo músico y loica común, y en el pasado estaba presente el ñandú. También hay reptiles ofidios y lagartomorfos y varias especies de anuros. Los insectos, que intervienen en la polinización de plantas de este ambiente tan fértil, se cuentan en cientos de especies.

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