El juez Aybar negó demoras y dijo que «así funciona el sistema»
Tres testigos desfilaron en la primera jornada. Dos de ellos explicaron cómo se tramitó el sumario que lo llevó al jury.

El sistema, en la picota
En este sentido, se excusó al señalar que su Juzgado tiene muchas tareas y poco personal. “En 1984, cuando se crea el Juzgado en Belén, en la Primera Circunscripción habían cinco. Actualmente, la Primera Circunscripción tiene divididas las competencias y se reparten en 15 juzgados. En Belén sigue habiendo uno y multifueros. Además, abarca también a Antofagasta de la Sierra, por lo que tenemos un Juzgado para unos 50.000 habitantes justiciables”, sostuvo.
Por último, cuestionó el procedimiento de los sumarios, al considerar que no se le respetaron las garantías constitucionales ni el derecho de defensa.
El secretario de Sumarios de la Corte, Carlos Horacio Brizuela, y la secretaria de Inspección de Justicia, Débora Leschinsky, testificaron sobre cómo fue el proceso que alertó sobre la mora judicial y que llevó al juez hasta el banquillo de los acusados.
Brizuela consideró además que, a su criterio, había un retardo judicial “no sólo por la naturaleza de las causas sino porque existían antecedentes”, en relación con los sumarios ya concluidos que pesan sobre Aybar. En tal sentido, el juez intervino para remarcar que no se lo notificó en distintas etapas del proceso y que ofreció prueba testimonial que no se tuvo en cuenta.
“Relevé una por una, una cantidad de expedientes inmensa, entre 400 y 500. Muchas eran muy viejas y las heredó. El atraso en algunas ocasiones era atendible, porque no tenía personal. Pero una tiene experiencia en solucionar ciertas situaciones, se hacían sugerencias para resolver y no había cambios. Una iba y su escritorio estaba lleno de expedientes. Era un hombre que trabajaba. Le dije algunas veces que para mí era un problema de gestión”, apuntó. Además del planteo de la escasez de personal, la secretaria reconoció otras falencias que quiso remarcar la defensa de Aybar. “La instalación edilicia no sólo no es adecuada, es horrible”, lamentó.
El último de los testimonios que se escuchó el martes fue el del abogado Samuel Aguiar, quien no sólo defendió a Aybar al considerar que el de Belén “es el Juzgado mejor organizado”, sino que aprovechó para lanzar algunas críticas al funcionamiento de la Justicia en el interior de la provincia y pedirle al presidente de la Corte, Hernán Martel, que tome “cartas en el asunto”.
“No recuerdo en Catamarca un juicio por morosidad. Se acusa al juez de Belén, pero yo podría decir que en otros juzgados, como en Tinogasta, ocurren atrocidades. Retraso e ignorancia del derecho, como mínimo”, dijo Aguiar y mencionó que eso lo denunció oportunamente ante el Colegio de Abogados y la Corte.
“El de Belén para mí es el Juzgado mejor organizado. Belén ha crecido económicamente, socialmente y en conflicto judicial. Ese crecimiento no se vio en el Juzgado. Quedó atrás por falta de infraestructura, las audiencias se hacen en una salita de 2×2, diría que no hay sala de audiencias”, cuestionó el abogado.
En este sentido, volvió a respaldar a Aybar al señalar que “debe ser el único juez del interior que saca cuestiones familiares e interviene activamente”, y destacó que “es un hombre estudioso”.