El Gobierno y un set adverso en el Senado: autocracia, internas y el tercio que se aleja

 

La oposición logró construir nuevas mayorías que ponen en jaque el poder de veto de Milei. Villarruel, villana para los propios. Cobra validez la tesis de Caputo, alejado, respecto a los armados provinciales. ¿Riesgo fiscal o decisiones políticas?

Un set rotundo: 6-0. La vieja casta le dio una paliza parlamentaria a la nueva casta. Paseo de la oposición, punto por punto, para ahondar el desconcierto en el que, por primera vez desde que asumió Javier Milei, se encuentra el Gobierno.

La sesión del jueves en el Senado enciende luces de alarma en la Casa Rosada, en la recta final hacia las elecciones, que serán la clave de la gobernabilidad en el segundo tramo de gestión libertaria. No solo porque se hayan aprobado proyectos que le causan alergia a Milei, sino también porque se registraron nuevas mayorías, que unió a dirigentes de todos los partidos, como el peronismo, el PRO, la UCR y provincialistas, para alcanzar un número superior a los dos tercios en todas las iniciativas.

El cachetazo de la Cámara alta se dio un día después del cierre de alianzas en la provincia de Buenos Aires, cuando el peronismo selló la unidad para las elecciones del 7 de septiembre. El PJ, desde el anuncio de la candidatura de Cristina Kirchner a la tercera sección, con una seguidilla que siguió con el fallo de la Corte y la detención por la causa Vialidad, tomó protagonismo y control de la agenda. Salió del letargo en el que se encontraba desde diciembre de 2023. La novedad es que por primera vez hizo valer su número en el Congreso para aprobar proyectos.

Impericia para negociar en la previa, una interna que se aviva, estrategias electorales que generan rispideces y, de yapa, una leve turbulencia cambiaria.

Autocracia y tercios

“Te espantás de China, pero si conocieras China quedarías impactado. Partido único, se pueden hacer reformas sin negociar con nadie”. Palabras más, palabras menos, una persona que mantiene un vínculo cortés con el Presidente le hizo alguna vez este comentario. Lo no dicho: Milei preferiría una autocracia.

Las reacciones contra el Congreso esta semana fueron un reflejo de desprecio a la división de poderes. Desde el Presidente hasta los trolls que pedían “dinamitarlo”. Desconocen algo tan simple como que tanto diputados como senadores también fueron votados. Y, en tal caso, en las legislativas la sociedad no le dio un cheque en blanco a La Libertad Avanza. Todo lo contario. A Milei le dio, sí, un respaldo contundente en el balotaje presidencial.

La intención de judicializar la sesión haría sonrojar a cualquier dirigente conocedor de leyes y reglamentos. “La sesión es válida en cuanto a su convocatoria, porque los días y horarios de las sesiones ordinarias se prevén en las sesiones preparatorias de cada año”, dijo a este medio el abogado constitucionalista Félix Lonigro. “Y si en la sesión se validaron los dictámenes de comisión, entonces hubo dictamen”.

Asimismo, en sus redes sociales, otro constitucionalista, Andrés Gil Domínguez, señaló en un extenso posteo: “La Cámara cuerpo puede autoconvocarse y si hay quorum suficiente (mayoría absoluta del número total de senadores según art. 16 del Reglamento) está facultada para reunirse y declarar abierta la sesión”. Lonigro y Gil Domínguez no siempre coinciden. De hecho, la riqueza de consultarles a ambos suele radicar en tener las “dos bibliotecas” (fórmula periodística que, claro está, tiene larga tradición). Esta vez, hubo acuerdo. Una biblioteca.

Asimismo, recrudeció la interna con Victoria Villarruel, que el fin de semana se dedicó a responder mensajes en las redes sociales, con cuestionamientos a Milei y al Gobierno nacional del que forma parte. Hartazgo de la vice por las culpas achacadas a una sesión válida y que para colmo contó con participación activa del bloque de LLA (es decir, el espacio la validó). Una táctica libertaria, del mejor gobierno de la historia, que busca mostrarse infalible.

Lo cierto es que la prepotencia del partido de Karina Milei y la cerrazón a negociar llevaron a que parte de los gobernadores hayan, esta vez, inclinado la balanza en contra. El permanente retaceo de fondos tuvo consecuencias políticas. A eso se suma la decisión del partido violeta de jugar con sello propio en pagos de mandatarios aliados. Partirles el voto. Un favor al peronismo.

Ejemplo claro: este sábado cerraron las listas para las elecciones de Corrientes, donde LLA presentó como candidato a gobernador al diputado Lisandro Almirón. El jefe provincial de ese distrito, el radical Gustavo Valdés, quien ayer ungió a su hermano para sucederlo en los comicios del 31 de agosto, había sido un aliado estable hasta acá. Pero el jueves sus senadores votaron con la oposición. El tercer senador correntino, Camau Espínola, hizo lo mismo, pero porque se sintió defraudado: aspiraba a que le retribuyeran sus favores en el recinto con la candidatura a la gobernación por la lista violeta. Crece la fama libertaria de malos pagadores, como el kirchnerismo.

En el Gobierno hubo diferencias respecto a la estrategia para los comicios locales. Santiago Caputo recomendaba no interferir en los territorios de los gobernadores dialoguistas. Por lugares en legislaturas provinciales se ponía en riesgo la construcción de mayorías en el Congreso Nacional. Caputo está menos activo en la Casa Rosada, y fue el gran ausente de la foto del miércoles en el Hotel Libertador, cuando Karina y Martín Menem firmaron con Cristian Ritondo y Diego Santilli la sociedad LLA-PRO en la provincia de Buenos Aires (vale aclarar: buena parte de los senadores del PRO también conformaron el scrum opositor). La interna Karina-Caputo es otro de los temas sensibles para el oficialismo.

De todos modos, ¿lo que ocurrió en estos días significa que todo está roto con los gobernadores? No, los jefes provinciales saben que la máxima de la política implica dejar siempre una ventana abierta para seguir negociando. Quedan instancias parlamentarias para ayudar al Ejecutivo. Además, como ya se explicó en este espacio, cada uno de ellos le puso un precio distinto a su pelea con Nación.

Como fuera, Javier Milei ya no tiene facultades delegadas. Verá reducida su capacidad de gobernar por decreto. Y en cuanto al veto de las leyes opositoras, es una jugada de riesgo. En el Senado no cuenta con un tercio de héroes, quedó a la vista. Y en Diputados la cuenta mermó respecto al año pasado. Exponerse a no conseguir un tercio de voluntades en una sola cámara sería una señal de extrema debilidad política.

El arte de repartir poco

El enojo por el aumento de 60 mil pesos a los jubilados suena exagerado. ¿Se puede caer un plan económico porque el sector más castigado por la motosierra reciba una compensación módica? Franja vulnerable de la sociedad, como los discapacitados, que, como dijo la propia vicepresidenta, “no puede esperar”.

Tampoco se puede decir que sea “una maldad kirchnerista”, como dicen los libertarios con cierta picardía electoral. Ya se dijo, hubo más de 50 votos a favor de los proyectos y Unión por la Patria tiene 34 senadores.

Se sabe, la gracia y la dificultad de gobernar es la administración de recursos finitos. No alcanza para todos y hay que hacer malabares para cortar la torta de manera más o menos equilibrada. El Gobierno salió pronto a fustigar una suerte de golpe económico desestabilizador, pero los números parecen ser otros. Es más una decisión política que una sequía de fondos.

Victoria Villarruel, apuntada por los propios por una sesión a todas luces válida.

Victoria Villarruel, apuntada por los propios por una sesión a todas luces válida.

“El resultado primario no se le da vuelta por estos proyectos”, expresó ante la consulta de Ámbito el diputado nacional de UP Emiliano Estrada, exministro de Economía de Salta. “El Gobierno nunca habla de los ingresos: perdió 1 punto el PBI por la baja de Bienes Personales, el RIGI también implica un gasto tributario. Lo que hay es una transferencia de abajo hacia arriba, de los jubilados a los más ricos”, agregó. Estrada también recordó que en su discurso ante la Bolsa de Comercio el jueves, Milei prometió bajar impuesto a esos inversores. “Es decir, no es cierto que no hay plata”.

Asimismo, un senador que responde a un gobernador norteño, en diálogo con Ámbito, mencionó: “El número que presentó el Gobierno es exagerado, no da ni 2% ni 2,5%. Aumento de haberes jubilatorios, la moratoria y el bono de $110 mil dan un 0,9% del PBI”. Y recordó que los proyectos de los gobernadores, de distribución de ATN y de impuesto a los combustibles, justamente no impactan en el resultado fiscal porque “se trata de fondos que son de las provincias”. Por lo tanto, Nación no debiera contabilizarlos como propios para alcanzar el superávit. Por último, agregó: “La farsa mayor es que el resultado financiero no muestra los intereses capitalizables de las Lecap. Es hasta que se acaben los conejos”.

La analogía con la magia es cada vez más utilizada, y por cada vez más actores, para hacer referencia a la gestión de Luis Caputo.

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