El Gobierno actualizó el impuesto a los combustibles: cómo impacta en el precio de las naftas
A la espera de la confirmación oficial de la baja del precio de las naftas, el Gobierno actualizó el Impuesto a los Combustibles y al Dióxido de Carbono en base a una pequeña parte de la inflación medida por el INDEC.
Según el cuadro publicado de ICL y ID, las naftas se incrementarán $16,109 por litro, mientras que el gasoil subirá $10,84 a nivel general, y solo $6,378 para las provincias de la Patagonia, la zona de Malargüe (Mendoza) y Carmen de Patagones (Buenos Aires), que poseen un régimen preferencial.
A la espera de la confirmación de la baja de combustibles
Los precios de nafta podrían bajar 1,5% y los de gasoil, 3%, a partir del próximo martes. Esto se debe a la baja del Brent, la cotización internacional del barril de petróleo que se toma de referencia en la Argentina, que cayó 9% en el último mes, de u$s80 a u4s71.
Hoy, la nafta súper de YPF en la ciudad de Buenos Aires se paga $1.059 por litro, mientras que la de mayor calidad vale $1.309. Mientras que el gasoil grado 2 cotiza a $1.084 y el grado 3 a $1.334.
Si bien la petrolera de bandera dará el puntapié, se espera que el resto de las competidoras (Axion, Shell -Raízen- y Puma, entre otras), sigan el mismo sendero descendente la semana que viene.
¿Por qué bajó el precio del petróleo de u$s90 a u$s72?
Según los analistas, el precio del petróleo del Mar del Norte (Brent) y el WTI de Texas se desplomaron en las últimas semanas de los récord de u$s90 el barril por la caída en la actividad manufacturera en China y las preocupaciones sobre una posible recesión de la economía estadounidense.
Además, días atrás la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA) informó que las reservas comerciales de petróleo bajaron en Estados Unidos, pero menos de lo esperado por el mercado. En la semana terminada el 23 de agosto, estas existencias bajaron 800.000 barriles, mucho menos que los 2,8 millones esperados por los analistas.
Pero además, la actividad empresarial de la zona euro se contrajo bruscamente e inesperadamente en septiembre, ya que la industria de servicios, dominante en el bloque, se estancó y la desaceleración del sector manufacturero se aceleró.