EE.UU. relajó las sanciones a Cuba

› UN PASO HISTORICO EN MAS DE MEDIO SIGLO DE EMBARGO COMERCIAL A LA ISLA CARIBEÑA
Levantan las limitaciones a la exportación a Cuba de equipos de telecomunicaciones, informáticos, televisores y telefonía móvil; facilitan viajes, aumentan el valor de bienes que pueden salir de la isla y de las remesas que pueden enviarse a Cuba.

El gobierno de Estados Unidos anunció ayer la relajación de las sanciones que limitaban los viajes de estadounidenses y prohibían intercambios de bienes y capital con Cuba, un paso histórico en más de medio siglo de bloqueo a la isla caribeña. Las medidas entrarán en vigor este viernes y han sido detalladas por el Departamento del Tesoro y Comercio casi un mes después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara el 17 de diciembre un cambio histórico para normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con la Cuba castrista.
Las enmiendas del gobierno norteamericano rebajan los requisitos para los estadounidenses que entren en las doce categorías ya fijadas por EE.UU. para poder viajar a Cuba. El proceso para solicitar la designación dentro de estas doce categorías se simplificará significativamente, ya que a partir de mañana ese papeleo pasará a ser “general” y menos riguroso.
En esas categorías se contemplaban ya visitas familiares, viajes oficiales gubernamentales, de organizaciones humanitarias, por intercambios profesionales, educativos, religiosos, comerciales, culturales o deportivos, así como para coberturas periodísticas. “Los viajeros autorizados podrán realizar transacciones con normalidad, incluidos los pagos de gastos cotidianos y la adquisición de bienes en Cuba para consumo personal” en la isla, informó el Departamento del Tesoro.
Las nuevas medidas levantan las limitaciones a la exportación a Cuba de equipos de telecomunicaciones, informáticos, televisores y telefonía móvil, con el objetivo de facilitar la comunicación e Internet dentro de la isla caribeña, con Estados Unidos y el resto del mundo. La Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (OFAC), el departamento encargado de hacer cumplir las regulaciones, facilitará “el establecimiento de instalaciones de telecomunicaciones comerciales que enlacen terceros países con Cuba y dentro de Cuba”.
El gobierno estadounidense también aumentará el valor de bienes que pueden salir de la isla con rumbo a Estados Unidos y la cuantía de las remesas en divisas que pueden enviarse a Cuba por parte de familiares, grupos religiosos, humanitarios o con fines educativos. Según indicó un alto funcionario de Estados Unidos en una teleconferencia, “estos intercambios acelerarán un proceso de transformación en Cuba en el largo plazo que permitirá que los cubanos puedan realizar sus sueños de crear pequeños negocios o contactar con sus familiares”.
Las enmiendas, a más de medio siglo de sanciones, permitirán utilizar tarjetas de crédito estadounidenses en Cuba y que bancos del país norteamericano creen cuentas en instituciones financieras cubanas para facilitar transacciones. Los estadounidenses que viajen a la isla caribeña podrán importar bienes hasta un valor de 400 dólares para uso personal, “incluyendo no más de 100 dólares de productos alcohólicos y de tabaco”, algo que permitirá disfrutar de los codiciados puros cubanos.
El límite en el envío de remesas aumentará de los 500 a los 2000 dólares (excluidos funcionarios del Partido Comunista de Cuba) y, en algunos casos de proyectos humanitarios, no habrá limitaciones.
Los estadounidenses que tengan autorización para viajar a Cuba podrán llevar hasta 10.000 dólares como remesas familiares o como donaciones a organizaciones religiosas o por motivos educativos. No obstante, funcionarios del Tesoro recordaron que la moderación de las sanciones no significa que los estadounidenses puedan viajar a la isla por turismo. “Eso es algo que sigue dentro de las tipificaciones bajo sanciones. Tenemos instrumentos para garantizar que no se incumplan las nuevas regulaciones”, explicaron los funcionarios.
Las modificaciones son parte del histórico anuncio de Obama para normalizar las relaciones diplomáticas tras más de medio siglo de embargo y relaciones de enemistad con el régimen castrista en Cuba y se anuncian a una semana de que la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, se convierta en la funcionaria de más alto rango que realiza una visita al régimen castrista. El acuerdo, que se concreta con las nuevas guías para negocios y viajeros entre Cuba y Estados Unidos, fue fruto de 18 meses de negociaciones secretas facilitadas por la mediación del papa Francisco y Canadá.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró ayer en un comunicado que estos cambios permitirán “que los estadounidenses provean más recursos para que el pueblo cubano sea menos dependiente de la economía controlada por el Estado, y ayudará a expandir las relaciones con el pueblo cubano”. “Permitir el aumento de los viajes, el comercio y el flujo de información hacia y desde Cuba permitirá que EE.UU. avance sus intereses y mejore la vida de los cubanos de a pie”, añadió el portavoz.

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