La normativa, promovida por el diputado mandato cumplido Néstor Tomassi, establece que en tal carácter, se incorporará el estudio de su ideario político y sus luchas a todos los programas de Historia de la escuela pública provincial, y que se exhortará a las universidades y otros establecimientos educacionales del ámbito provincial, a obrar en idéntico sentido.

Además, se le rendirá los honores correspondientes a un pócer de la Nación, incorporando estos homenajes al calendario oficial de efemérides; se promoverá la provisión de libros y todo otro material de estudio sobre el tema a las bibliotecas públicas y escolares de la provincia, y estimulará la edición y/o producción de obras de contenido histórico, y de los géneros literarios, musical, teatral, artes plásticas, etc., que se estime conducentes a este fin.

La ley fue fundamentada en el recinto por el senador Marcelo Cordero, quien dio lectura a los fundamentos esgrimidos en el proyecto por el autor del mismo.

“La historia, dice el escritor santiagueño Rodolfo Schweitzer, estudioso de los pasos y el pensamiento de nuestro Felipe Varela, tema al que dedica tres de sus obras, es como Jano, el antiguo dios romano guardián de los portales: tiene dos caras. En el caso de Jano, esta duplicidad se debía a que su papel era vigilar las entradas y salidas de Roma. En cuanto a la historia, sus caras muestran a vencedores y vencidos en las pujas por el poder. Y cuando se trata de historias recientes, escritas casi por sus propios protagonistas o sus contemporáneos, están siempre atravesadas por las pasiones, por lo que carecen de objetividad. Son historias de buenos y malos, de réprobos y elegidos, de héroes y verdugos”, indicó.

También que “el tiempo, sin embargo, va siempre descorriendo velos y mostrando nuevas perspectivas, aclarando, iluminando el pensamiento y la comprensión, y la reflexión serena trae claridad y permite juicios  mejor fundados. Felipe Varela es uno de esos hombres que nuestra historia mantuvo largamente excluidos, estigmatizados y empujados al olvido. Olvido intencional, no casual. Quisieron borrarlo del imaginario colectivo, del alma de su pueblo”, aseguró.

Deuda pendiente

“Pero nosotros, los catamarqueños, aún estamos en deuda con nuestro caudillo. Y es esta deuda precisamente la que hoy queremos comenzar a saldar. Y queremos hacerlo de un modo que permita incorporar su figura y su gesta a las más preciadas páginas de nuestra historia, haciéndolo parte del patrimonio histórico y cultural de todos los catamarqueños. Esto no hace con discursos sino con otros hechos bien concretos: estudiando medulosamente su pensamiento, difundiéndolo entre toda la comunidad catamarqueña y nacional, llevándolo a escuelas y universidades, incorporándolo a nuestro calendario de efemérides, rindiéndole los honores de un prócer de la Patria. El ideario de Felipe Varela tiene una vigencia que amerita su estudio y análisis, no solo en los círculos políticos o académicos, sino en todos los ámbitos del pensamiento”, enfatizó.