Consejos de expertos para mantenerse fresco en días calurosos

Las altas temperaturas del verano afectan directamente al confort y la salud. Algunos especialistas consultados por National Geographic, compartieron técnicas eficaces que van desde la hidratación hasta la elección de ropa para mantener el bienestar

El calor extremo, característico de los días más abrasadores del verano, plantea desafíos significativos para la comodidad y la salud de las personas. Enfrentarse a temperaturas elevadas implica malestar físico con riesgos potenciales como deshidratación y golpes de calor. Aunque el cuerpo humano posee un sistema natural para regular su temperatura a través de la sudoración, muchas veces este mecanismo no es suficiente para contrarrestar los efectos del entorno. National Geographic, publicó un artículo ante la necesidad de adoptar estrategias prácticas que ayuden a mantenerse fresco y seguro al salir al exterior en periodos intensos.

Entre los riesgos más comunes, se encuentran la deshidratación y el agotamiento por calor, afecciones que pueden agravarse si no se toman las medidas preventivas adecuadas. El calor también puede intensificar el malestar psicológico, especialmente en climas húmedos, donde la evaporación del sudor es menos eficiente. Debido a esto, Sundaresan Jayaraman, profesor de la Escuela de Ciencia de los Materiales e Ingeniería del Instituto Tecnológico de Georgia, afirmó: “El sudor pone en marcha el sistema natural de aire acondicionado del cuerpo”. Aunque este proceso requiere un adecuado equilibrio de hidratación para funcionar eficazmente.

Los especialistas enfatizan en queLos especialistas enfatizan en que la hidratación es clave para prevenir efectos de los sofocones (Imagen Ilustrativa Infobae)

La ropa como herramienta para combatir el calor

La elección adecuada de la ropa puede ser una de las estrategias más efectivas para contarrestar los efectos del calor extremo. Sundaresan Jayaraman explicó que optar por prendas ligeras y transpirables permite aprovechar mejor el mecanismo natural de enfriamiento del cuerpo con la sudoración y evaporación.

Por su parte, el algodón ligero también es una opción popular ya que es transpirable y absorbe el sudor. Pero en climas húmedos, puede volverse incómodo al retener la humedad, generando una sensación pegajosa. Mientras que el poliéster tradicional, conocido por ser menos eficiente en la absorción de sudor, evolucionó gracias a los avances en la ciencia textil. Las fibras ultrafinas de poliéster microdenier ahora permiten una mejor evacuación de la humedad y las hace útiles para ropa deportiva.

El poliéster actual es unoEl poliéster actual es uno de los tejidos más favorecidos para climas cálidos, por sus propiedades de absorción de humedad y ventilación (Imagen Ilustrativa Infobae)

Importancia del diseño y color las prendas

El ajuste de la ropa también influye en la regulación térmica. Las prendas holgadas son preferibles porque facilitan la circulación del aire alrededor del cuerpo, ayudando a disipar el calor. Esto es especialmente importante en días soleados, cuando la exposición directa a los rayos solares puede ser incómoda y peligrosa.

La elección del color es otro factor relevante, aunque más complejo de lo que suele pensarse. Más allá de las prendas con colores claros como el blanco, reflejan los rayos del sol, también pueden devolver parte del calor corporal hacia la piel. En cambio, los colores oscuros absorben tanto el calor ambiental como el irradiado por el cuerpo, lo que puede ser beneficioso en ciertas condiciones si se utilizan tejidos adecuados.

Esta paradoja fue analizada en una investigación sobre las túnicas de los beduinos, que demostró que el material y el diseño de las prendas tienen un impacto mayor que el color en la percepción del calor. “Si tu ropa puede hacerte sentir que no llevas nada encima, pero sigue protegiéndote, ¡es la mejor prenda!”, resumió el especialista Jayaraman.

Creación de sombra personal

Buscar y crear sombra es una estrategia fundamental para protegerse del calor extremo. Según Ariane Middel, investigadora del clima y los paisajes urbanos en la Universidad Estatal de Arizona, permanecer bajo sombra puede reducir la carga térmica sobre el cuerpo en hasta 30°C en comparación con la exposición directa al sol.

La sombra actúa como barrera frente a dos tipos de radiación: la de onda corta, proveniente directamente de los rayos solares, y la de onda larga generada por superficies como el pavimento que irradian calor acumulado. Buscar refugio en áreas sombreadas, ya sea bajo árboles, junto a edificios o caminando por el lado protegido de la calle, puede marcar una diferencia importante.

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