CGT advierte a Milei, pero esperará impacto de medidas en el bolsillo
Un encuentro de la mesa ampliada de la central acordó no iniciar hostilidades con el Gobierno y mantener canales de diálogo hasta avanzado el verano.

A continuación advierte que la inflación subirá a un ritmo de 20 a 30% mensual -en reserva creen que en el próximo cuatrimestre podrá superar el 40 por ciento- y señala que “de no ser acompañada por una política de ingresos ejercida a través del libre ejercicio de las negociaciones paritarias y de políticas activas compensatorias, pondrá a millones de argentinos y argentinas en una situación socioeconómica desesperante, sin garantías de poder acceder a sus necesidades básicas”. No obstante el texto no reclama una reapertura generalizada de las negociaciones salariales sino que apela a sostener la dinámica de cada paritaria de manera individual.
El documento indica que “el ordenamiento de la macroeconomía no debe ser fundamento para cargar sus costos de manera inequitativa sobre la sociedad argentina” y les menciona a las nuevas autoridades que es “imprescindible una convocatoria al diálogo” al tiempo que se declara dispuesta a “contribuir a la gobernabilidad”. Hasta anoche no se había producido una invitación formal del presidente electo o de su equipo de colaboradores a la CGT.
Al final del texto la central obrera señala que “no se va a quedar de brazos cruzados” sino que reivindicará “los derechos sociolaborales, el respeto a la libertad sindical y la negociación colectiva, el poder adquisitivo de los salarios y de las jubilaciones y la eliminación del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores y trabajadoras”, para concluir: “No estamos ante un plan económico, estamos ante medidas desordenadas de ajuste”.