Boca venció a Nacional en los penales y está en cuartos de la Copa Libertadores
Boca salió airoso anoche de una serie chivísima ante Nacional de Uruguay: tras el 0-0 de la ida, empató 2-2 en La Bombonera y debió apelar a las manos salvadoras de Chiquito Romero para imponerse 4-2 por penales y meterse en los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Con la Cavanimanía al tope y el estadio hecho un hervidero, la noche pareció encauzarse para el Xeneize cuando logró abrir la cuenta a los 11 minutos de juego: Valentín Barco descargó hacia la derecha para Luis Advíncula y el peruano envió un centro que Miguel Merentiel capturó de cabeza a la carrera, para batir a Salvador Ichazo con una pelota a su izquierda.
Sin embargo, los de Álvaro Gutiérrez no iban a ser un hueso tan blando de roer y cambiaron por completo el semblante del trámite cuando a los 15, tras una primera amenaza de Yonatan Gutiérrez, fue Alfonso Trezza quien metió de cabeza un sablazo alto tras un centro desde la izquierda de Gabriel Báez.
A partir de esa acción llegó lo mejor del Bolso, que se instaló en el campo local e hizo olvidar todo el optimismo argentino a base de un constante coqueteo con el segundo. A Edinson Cavani ni le llegaba la pelota porque el conjunto de Jorge Almirón no generaba nada desde el medio. Igual, la chance profunda fue solo una: un toque de Bruno Damiani que logró anticipar Chiquito Romero. Recién sobre el descanso, el Colo Barco sacudió la modorra con un tiro desviado.
Sin embargo, a los 29 una jugada aislada echó por tierra el ímpetu local, cuando Diego Zabala habilitó a Leandro Lozano por la derecha y éste envió un centro que despejó mal Romero y aprovechó para convertir el ingresado Juan Ramírez.
Ni los siete minutos adicionados lograron torcer el destino de penales que puso a La Bombonera al rojo vivo. Pero desde el inicio Sergio Romero se vistió de héroe para frustrar a Ramírez, mientras en Boca convertían Exequiel Zeballos, Benedetto y Nicolás Valentini. Después marcó Diego Polenta pero Romero atajó ante Daniel Bocanegra. Entonces, lo tuvo match point Pol Fernández, pero su disparo se fue alto, no falló Emanuel Gigliotti -no le dio el gusto al morbo- y cerró Barco con un remate a la derecha de Ichazo. Boca seguía en carrera, pero con un recordatorio vivo de lo difícil y cruel que puede ser la Libertadores.