Bélgica derrotó a Estados Unidos en el alargue y jugará con Argentina en cuartos de final
El equipo belga jugó mejor y se impuso 2-1 con goles de De Bruyne y Lukaku. Descontó Green para los de Klinsmann. Dempsey pudo empatarlo tras una jugada preparada. Tim Howard fue la figura.
En un duro encuentro como se esperaba, las selecciones de Bélgica y Estados Unidos protagonizaron el último choque de octavos de final del Mundial Brasil 2014 El duelo se llevó a cabo en el Arena Fonte Nova y en los primeros minutos fue muy parejo y equilibrado.
Ninguno de los dos equipos se muestró determinado a ser protagonista. No hubo llegadas claras y se prestaron mucho la pelota. Ambos avanzaron con cautela sin generar peligro en las áreas contrarias. Ambos técnicos sobresalen por sus constantes indicaciones, lo que demuestró el reñido partido que se llevó a cabo durante los 90 minutos.
Promediando el primer tiempo comenzaron a llegar las emociones. A los 20 minutos Estados Unidos tuvo la primera llegada en los pies de Dempsey pero el remate fue muy débil y el arquero Courtois lo retuvo sin problemas.
El medio campo ya era solamente un lugar de tránsito e inmediatamente, a los 23, luego de una pelota perdida por los norteamericanos que generó un contraataque belga, Kevin De Bruyne tuvo la posibilidad de convertir pero su remate se fue apenas desviado por el palo izquierdo de Howard. Luego, a los 25, Bélgica inquietó nuevamente a Howard con un remate de media distancia.
El primer tiempo el conjunto belga se mostró más firme. Sin embargo, cuando tuvo unos minutos de dominio del partido, solamente llegaba cómodo hasta la puerta del área y después no podía traducir las acciones en situación de gol.
Luego de la ráfaga de llegadas, las imprecisiones de ambos equipos llevaron a que el partido se tornara trabado, con muchas faltas en la mitad de la cancha. Los norteamericanos tuvieron un remate de Jones que se fue desviado, luego de un córner.
Estados Unidos sufrió la lesión de Johnson, quien tuvo que ser reemplazado a los 31 minutos por Deandre Yedlin.
El empate para los primeros 45 minutos pareció justo. Si bien por momentos dio la sensación de que Bélgica dominaba y estaba cerca de convertir, sobre el final Estados Unidos se mostró firme y equilibró la cancha. Para el segundo tiempo, ambos equipos debieron mostrar mejores ideas en la creación y mejorar en la definición ya que la mayoría de las llegadas fueron remates de media distancia.
En los primeros minutos del segundo tiempo, Bélgica salió más determinado a ganar el partido pero, nuevamente, sin precisión. Manejó más la pelota, se paró más adelante en el campo de juego, pero todas las ocasiones terminaron con un centro desprolijo o un remate desviado.
Por su parte, Estados Unidos esperó mas retraído y tuvo intenciones de salir rápido para no desaprovechar la llegada que pudiera tener.
A los 55 minutos el conjunto de Klinsmann se salvó: tras un centro rasante al área de Howard, la pelota recorrió todo el campo sin que nadie la tocara y dos jugadores belgas no convirtieron por calcular mal el recorrido. Fue una advertencia para los norteamericanos que debieron cambiar su propuesta o reafirmarse en defensa para no sufrir estas situaciones.
Con el correr de los minutos, Estados Unidos se mostró bien cerrado atrás y quedó solamente Dempsey de punta para el contraataque. A Bélgica le costó romper la defensa y sin ideas no logró convertir. Lateralizó mucho el juego y redució su juego a los centros y disparos de media distancia.
Los de Klinsmann tuvieron una llegada sin claridad. El equipo logró entrar al área y un remate de Dempsey que iba al arco rebotó en los defensores belgas que finalmente despejaron.
Howard se empezaba a convertir en figura: además de todos los remates de media distancia, le sacó un mano a mano muy claro a Origi, quien se encontró con la pelota en el área después de una gran jugada de Hazard.
A los 75 minutos Bélgica tuvo la más clara del partido: Kevin Mirallas ingresó solo al área y la gran figura de Howard desvió el remate con los pies. Estaba muy cerca Bélgica de convertir. Manejaba los tiempos, la pelota y la ubicación en el campo. Estados Unidos estaba muy lejos del arco contrario y de seguir debía rezar para llegar a los penales.
Solamente Tim Howard sostuvo al conjunto norteamericano que luego del espectacular mano a mano a Mirallas, detuvo un feroz remate de Hazard. A los 89 minutos, Kompany entrando al área chica quiso desviar un centro de De Bruyne y el arquero logró sacar la pelota al córner llegando a contracarrera.
Pero a los 92 minutos Estados Unidos tuvo en los pies de Wondolowski una oportunidad inmejorable de ganar el partido. La pelota le quedó dentro del área chica luego de un cabezazo de Jones pero la impactó de muy mala manera y se fue desviada por encima del travesaño.
Cuando se pensaba que el alargue sería tan duro como el desarrollo del partido, Bélgica se encontró con un gol tempranero en los pies de De Bruyne que le dieron tranquilidad los dirigidos por Marc Wilmots que con este resultado se instalaban nuevamente en cuartos de final, instancia a la que no han llegado desde hace 28 años (en México 1986, cuando terminaron cuartos del torneo).
A falta de un minuto para que termine el primer tiempo del alargue, llegó lo que se pensaba sería el golpe final para la selección norteamericana: Lukaku amplío la cuenta para Bélgica tras una gran jugada de De Bruyne que le dio un pase justo para definir solo frente a Howard que nada pudo hacer.
Apenas iniciado el segundo tiempo, Green le dio una vida a Estados Unidos convirtiendo el descuento y comenzó otro partido con un conjunto norteamericano más agresivo y con la obligación de buscar el empate para forzar una definición por penales.
En los minutos restantes, Estados Unidos atacó con más voluntad que buen juego pero logró replegar al equipo belga en su área. En una gran jugada preparada Clint Dempsey tuvo el empate pero cuando entraba al área la pelota se le fue larga y no logró conectarla.
En el desarrollo global del partido, el resultado fue justo ya que durante todo el segundo tiempo Bélgica propuso más que Estados Unidos y tuvo jugadas muy claras para convertir. Los de Klinsmann se van con la sensación de poder haber hecho historia cuando descontó Green, pero ya era demasiado tarde en el partido.
Ahora el equipo de Wilmots se medirá con Argentina en una oportunidad inmejorable para demostrar que son la sorpresa de Brasil 2014 con un equipo plagado de jóvenes figuras.