Así quedó la catedral de Notre Dame tras su restauración
Luego de cinco años de minuciosas tareas de refacción, la famosa iglesia de París está lista para reabrir sus puertas al público.
En sólo 24 horas se habían comprometido más de 800 millones de euros, con 340.000 donantes de 150 países de todo el mundo.
La restauración de Notre-Dame no fue una tarea sencilla ni rápida. La reconstrucción implicó una inmensa cantidad de trabajo especializado, lo que requirió la colaboración de aproximadamente 2.000 trabajadores y artesano.
Philippe Villeneuve, el arquitecto jefe de la catedral desde antes del incendio, fue clave en la elección de materiales y técnicas tradicionales para la restauración. Insistió en la necesidad de usar los mismos materiales que se utilizaron en la construcción original de la catedral, como la piedra caliza, el plomo y la madera, para mantener su autenticidad y longevidad.
A lo largo del proceso, una de las mayores dificultades fue la restauración de la bóveda central, cuya estructura se desplomó debido al colapso de la aguja de la catedral.
Philippe Jost recordó cómo este era uno de los puntos más críticos de la reconstrucción, pero a pesar de los desafíos, el equipo pudo restaurar cada piedra, cada detalle arquitectónico con una precisión asombrosa.
La catedral de Notre Dame abre sus puertas
A partir de este sábado 7 de diciembre, el icono parisino vuelve a abrir su agenda de eventos con misas, conciertos y visitas gratuitas.
El primer acto religioso, que podrá seguirse en directo en todo el mundo de forma online, tendrá lugar este sábado y comenzará con la solemne apertura de las puertas de la fachada occidental y la bendición del templo, para continuar con un oficio amenizado por los cánticos del coro y el órgano.
Este primer evento estará encabezado en el interior por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, y por el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, en el exterior y contará con la presencia de autoridades políticas como el recientemente electo nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de representantes del clero de todo el mundo. El Papa Francisco, sin embargo, no asistirá.
Por su parte el domingo, la misa de las 10.30 de la mañana inaugurará una serie de ocho oficios religiosos con asistentes invitados por la diócesis, como miembros del clero de todo el mundo, seminaristas, mecenas y donantes, asociaciones solidarias y fieles de París.
Por la tarde se celebrará la primera eucaristía abierta al público y a los parisinos que esperaron cinco años este momento.