Alianzas a la carta y sociedades transitorias: 24 elecciones que tendrán lógica propia

El jueves cierra el plazo de inscripción de frentes para los comicios legislativos del 26 de octubre. No habrá linealidad y cada distrito tendrá batallas con protagonistas cruzados. Provincia por provincia, partido por partido: el aliado en un pago puede ser rival en otro. LLA se juega la gobernabilidad en un terreno difuso.

 

No es novedad: la victoria de Javier Milei en 2023 generó un sismo en el entramado político. Se pusieron en discusión las identidades, los liderazgos y hasta las conveniencias partidarias. Pasaron casi dos años y esos movimientos, desconcertantes, todavía siguen latentes.

Este jueves será el cierre de frentes para la primera contienda nacional después de aquella irrupción del líder libertario. Será una muestra de que los reacomodamientos perduran, de que no hay nada estable en el actual escenario político. Alianzas a la carta, espacios emergentes y, acaso como nunca, la demostración de que en este medio término no habrá un comicio, sino 24 elecciones, cada una con su propia lógica. En ese berenjenal de urnas La Libertad Avanza (LLA) se jugará la gobernabilidad del segundo tramo de gestión.

Desde que Cambiemos apareció en la cancha, hace más de una década, los comicios tenían algunas certezas para el observador. Era, con excepciones, una pulseada más o menos transversal de norte a sur entre el peronismo y esa unión de radicales con el PRO. Por supuesto, había en esos tiempos, no tan lejanos, distritos con más de una lista peronista. O pagos donde la UCR y los amarillos no se ponían de acuerdo y marchaban por separado. También había espacios provincialistas, aquellos que siguieron la huella del MPN, en un puñado de distritos. Pero, a vuelo de pájaro, el domingo por la noche el espectador podía hacerse la pregunta: ¿Quién ganó en Equis provincia, el peronismo o Cambiemos (Juntos por el Cambio –JxC-, más tarde)?

Esa pregunta ahora no tendrá respuesta clara. Porque el astillado sistema llevará a que el 26 de octubre no haya coincidencias de frentes entre una provincia y otra. Esa será la norma. En especial por la debilidad en la que han quedado los espacios de lo que fuera JxC. Así, habrá sociedades entre LLA y el PRO, donde la UCR será rival. En otros los libertarios se juntarán con los radicales, con los amarillos como enemigos. Asimismo, también se asistirá a pactos que revivirán JxC, con otros aliados, contra violetas y peronistas. Se suma además el surgimiento de una suerte de liga federal de gobernadores para competir, con vistas a conformar un espacio propio parlamentario. Esto sin contar los entuertos del peronismo, que intenta agruparse bajo Fuerza Patria, pero podría dispersar su oferta en las latitudes donde no se logre la unidad. Ni hablar en los sitios donde el PJ está intervenido.

Ningún espacio se salva de esas peculiaridades. Caso a caso, provincia a provincia. Y que empiece el show.

Los libertarios, solos o con aliados

En todos los campamentos pasan el peine grueso por el mapa. El fino se pasará para el cierre de listas, con deadline para el 17 de agosto. Por lo pronto, trazan flechas de colores sobre cada distrito. “Ya sabemos que jugamos en contra de los que se lanzaron ayer”, fue el comentario que sonó el jueves en un despacho libertario. En la mesa dominada por Karina Milei y los Menem (Martín y “Lule”) hacían referencia a la unión de los gobernadores para armar estrategias conjuntas para octubre. Un día antes, en la Casa de Chubut, el anfitrión Ignacio Torres, Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) firmaron “el grito federal” para competir en scrum. Un hecho político de trascendencia, aunque en rigor no repercutirá tanto en el cierre de alianzas.

Es que bajo la misma tesis de lo ecléctico, cada gobernador domina sus pagos pero con sellos distintos. Para dar un ejemplo: Santa Fe apunta a repetir el megafrente que llevó a Pullaro a la gobernación y que viene de ganar en las locales desdobladas. Quizás con un refresh en el nombre (no sería, a priori, Unidos para Cambiar Santa Fe), se unirán radicales, amarillos y el Partido Socialista, entre otros. Torres, por su parte, ya presentó el frente para octubre, “Despierta Chubut”, mientras que Llaryora tiene como pilar al peronismo cordobés. En tal caso, la unión definirá “un perfil de candidato”, como expresó un gobernador por lo bajo, en función de un bloque propio en el Congreso con mirada provincialista. “Todo menos el AMBA, para darle esa impronta”, explicaban desde una provincia. Desde otra, fueron más explícitos: “Se viene una neo confederación. Hay intenciones de que el tumor político del AMBA no siga generando metástasis”.

Como sea, en Casa Rosada los ven como los gobernadores ex-JxC que no se acoplarán a su propuesta. La duda en LLA es si esos espacios comerán votos a los candidatos de Milei. La certeza es que no hay acuerdo con esos mandatarios, a los que podrían sumarse otros, como el correntino Gustavo Valdés (UCR), quien tiene boletos comprados para el tren federal, pero una vez que pase la elección local del 31 de agosto, donde se pone en juego el cargo de gobernador.

En cuanto a las alianzas con el PRO, LLA tiene asegurada la de la provincia de Buenos Aires. Y aspira a concretar acuerdos también en CABA y en Entre Ríos, donde gobiernan Jorge Macri y Rogelio Frigerio, ambos del partido amarillo. En estos dos distritos se eligen senadores, y una dispersión podría darle más opciones a un peronismo que en ambos casos se encamina a la unidad. En suelo porteño hay más trabas por el encono Karina-Jorge Macri y la potencial candidatura de Patricia Bullrich, enemiga declarada de Mauricio. De todos modos, hay puentes tendidos para alcanzar un entendimiento. En tierras de Urquiza el diálogo es más fluido, acaso por una mayor fortaleza del PJ, que gobernó la provincia hasta 2023.

Otro distrito donde LLA llevaría anexado al PRO es Tucumán, aunque allí el peso del macrismo quedó reducido a una mínima expresión.

Otras posibles alianzas que están en discusión: con Claudio Poggi en San Luis y con Marcelo Orrego en San Juan. Ambas parecen poco factibles. El puntano ya se declaró prescindente en octubre y dio libertad a los partidos que conforman su frente. “No tiene sentido y no creo conveniente la participación del Frente provincial Ahora San Luis en estas elecciones nacionales a diputados”, dijo esta semana. Orrego, por ahora, se mantiene en silencio.

Luego, en la mayor parte del país, LLA jugará solo, con su propio sello y lista violeta. Un test para conocer si la marca tracciona sin Milei al frente de la boleta.

Un PJ que se une a la fuerza

El peronismo, por su parte, avanza en frentes de unidad bajo el sello Fuerza Patria, inaugurado para las elecciones bonaerenses desdobladas del 7 de septiembre. Una unidad trabajosa que anticipa lo que ocurrirá en cada distrito.

En plena discusión de liderazgos, incluso desde antes de la detención domiciliaria de Cristina Kirchner, el PJ busca llegar fortalecido a octubre. En donde mandan gobernadores PJ, estos tendrán la lapicera. “No hay intervención del kirchnerismo en esta elección, nuestros candidatos van a ser Gabriela Pedrali y Ricardo Herrera”, confirmaron desde el entorno del riojano Ricardo Quintela. En La Pampa, en el círculo de Sergio Ziliotto señalaron a este medio: “Se trabaja en lograr candidatos que, si bien van a ser elegidos por el gobernador, tengan el mayor consenso posible”. “Lo cierto es que la responsabilidad de que Ziliotto sea el gran elector se la delegaron unánimemente todas las líneas que conforman el PJ pampeano. Sergio va a decidir, pero hará el esfuerzo necesario para logar consensos mayoritarios”, agregaron.

Todo marcha rumbo al conceso. Quizás, haya que prestar atención a dos universos: donde el PJ está intervenido (Salta y Jujuy) y donde mandan gobernadores que optaron por el llamado “dialoguismo” (Catamarca y Tucumán).

Universo 1. En Salta, el PJ trabaja en un frente con el Partido de la Victoria, el Frente Grande, Colina, Unidad Popular, el PTP y “algunos otros más que se estarían sumando”. Allí, La Libertad Avanza va como partido, tomando prestada la estructura de Alfredo Olmedo, que era Salta Somos Todos. Un cambio de nombre y de color. En tanto, el exgobernador Juan Manuel Urtubey busca sostener su candidatura. A hoy, no tiene el sello de Unión por la Patria y tampoco demasiados apoyos.

El gobernador Gustavo Sáenz señaló que no bendecirá a ningún candidato. “Nos da libertad y eso es sano. No hay obediencia debida. Sí trabajo conjunto y una visión conjunta”, dijeron en el entorno del mandatario de raíces peronistas, que aportó a la gobernabilidad de Javier Milei y hoy está entre varias opciones: mirar de lejos la nacional, sumarse al frente de los gobernadores o colaborar con Fuerza Patria.

El caso jujeño tiene otros ribetes: en las elecciones provinciales de mayo participaron cuatro frentes peronistas. Fue un fracaso estrepitoso: el Justicialismo tuvo su peor elección desde 1983, sumó apenas tres diputados provinciales en la Legislatura de Jujuy, con un escaso 10% de los votos obtenidos. Esa noche se fueron de Jujuy los interventores del PJ, Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez. Ahora, a pocos días del cierre de frentes nacionales, la incertidumbre es total, y el enfrentamiento entre sectores prevalece. Desde lo formal, la Secretaría Nacional Electoral solicitó a todos los partidos su propuesta de preselección de candidatos ante la suspensión de las PASO. El PJ no presentó ninguna propuesta. Allí, LLA va como partido y el oficialismo UCR con el frente Jujuy Crece, con sus partidos satélites, y la posible candidatura de Gerardo Morales.

Universo 2. Escenarios similares en Tucumán y Catamarca. Gobernadores dialoguistas, Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, con sus antecesores como presidentes de los PJ provinciales, y de perfil opositor a Milei: Juan Manzur y Lucía Corpacci. Tanto Jaldo como Jalil volvieron a las fuentes, al calor de promesas incumplidas de la Casa Rosada, y abonan a la unidad de Fuerza Patria. En Tucumán, la unidad está al caer. La Libertad Avanza jugará en soledad -acaso con el PRO, debilitado en el distrito-, la UCR encabezará un espacio con otros partidos y Fuerza Republicana (FR), de la marca Ricardo Bussi, jugará con lista propia. Los candidatos del PJ ya asoman: el primer lugar sería reservado para la jaldista Gladys Medina, y el segundo para el legislador provincial de Tafí Viejo Javier Noguera, que representa al peronismo antimileísta.

Jaldo recibió a Manzur en la Casa de Gobierno hace menos de un mes. Una foto política de relieve para Tucumán.

Jaldo recibió a Manzur en la Casa de Gobierno hace menos de un mes. Una foto política de relieve para Tucumán.

En Catamarca, Corpacci es cercana a Cristina, pero abona la idea de la gobernabilidad de Jalil. La clave más que en el cierre de alianzas estará en el cierre de listas. Será un termómetro para saber si se empodera a Gustavo Saadi, apellido de peso, intendente de la capital provincial y posible aspirante a la sucesión del actual gobernador.

Por otra parte, CABA apunta a replicar el esquema bonaerense. Las distritales de mayo quedaron bajo el diagrama de Juan Manuel Olmos, del PJ no K. Y para octubre la estrategia será comandada por Mariano Recalde, presidente del PJ de la Ciudad, del espacio kirchnerista. Un acuerdo fue sellado en mayo.

Provincialismos, fortalecidos

Mientras Mauricio Macri también revisó caso a caso. Con LLA en Buenos Aires, Tucumán y Entre Ríos. En CABA, quizás. En Mendoza el PRO enfrentará a la alianza ente el radical Alfredo Cornejo y los adalides de Javier Milei. En Santa Fe, Corrientes, Jujuy y Chaco, ocn la UCR. En Salta, seguramente no se presente. También quedó debilitado en Tierra del Fuego tras el fallecimiento de Tito Stefani. San Luis: “Tal vez armemos algo ahora que Claudio (Poggi) no lleva al frente provincial”.

En paralelo, se intervino al partido en Santa Cruz y La Rioja, mientras prepara la apelación a la medida judicial que resolvió contra la intervención en Córdoba.

Otro caso son los provincialismos, en especial los norpatagónicos de Neuquén y Río Negro, encabezados por los gobernadores Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, que ven un peronismo débil y al mismo tiempo una amenaza en 2027: Javier Milei. Tanto La Neuquinidad como Juntos Somos Río Negro aceleran con armados para arrebatarle al PJ bancas en el Senado, que podría perder todos sus escaños en la Cámara alta en esas provincias. Competirán, creen ambos, mano a mano con los libertarios, que aparece algo más atrás.

Figueroa y Weretilneck refuerzan la sociedad política y robustecen sus provincialismos.

Figueroa y Weretilneck refuerzan la sociedad política y robustecen sus provincialismos.

Acá las versiones se bifurcan: la Casa Rosada dice que hay acuerdo con ambos mandatarios para competir y relegar a Fuerza Patria. En los distritos señalan que ese pacto no existe, y que además un acuerdo de partidos no tenía sentido: para qué ceder un lugar en la lista de senadores en este escenario. Para tener uno solo, mejor que sea saliendo segundo que compartiendo ristra con los libertarios. Y, de ganar, los dos serán propios. Suena lógico el razonamiento matemático.

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