Polémica por la consagración del altar de la capilla de Ipizca

El sábado el Obispo encabezó la ceremonia. Además de firmar un documento, los «arrepentidos» tuvieron que pagar $5.000 por daños.

Una polémica se instaló en la sociedad luego de que el sábado último el Obispo Diocesano, Luis Urbanc, encabezara junto al cura párroco de la localidad de Ipizca, Ancasti, la ceremonia de consagración del nuevo altar de la Iglesia de la localidad.
La controversia se originó a raíz de la presencia en la ceremonia  de los adolescentes (en compañía de sus padres) que supuestamente cometieron la profanación del altar, en un hecho que ocurrió en octubre del año pasado.
De acuerdo con lo que se conoció de lo ocurrido entonces, al menos 4 jóvenes ingresaron al templo y habrían ingerido bebidas alcohólicas, incluso el vino para la misa. También se los acusó de causar algunos daños y hasta de hechos más graves, como practicar actos sexuales.
Luego, el párroco Humberto Carrizo radicó la denuncia por lo sucedido. Hasta allí todo parecía quedar solo en eso.
Pero el sábado, con la presencia del Obispo; la intendenta de Ancasti, Blanca Reyna; el senador Aldo Contreras, el ex senador Ricardo Boggio, el ex gobernador y actual senador Nacional, Oscar Castillo, y cerca de 300 personas, los adolescentes fueron expuestos públicamente, con sus nombres, se les hizo firmar un documento en desagravio por lo ocurrido, y hasta tuvieron que pagar $5.000 por los daños. En su homilía, el obispo Urbanc resaltó «el arrepentimiento de los jóvenes» y lo contrastó con las actitudes de políticos, sobre quienes dijo que también cometen delitos y no se hacen cargo de lo que hacen.
Un cronista de El Ancasti Digital pudo hablar con uno de los adolescentes. Quebrado en llanto, manifestó que «jamás imaginaba esto”, al referirse a la exposición pública de lo que ocurrió.
Manifestó que él mismo le expresó al párroco Carrizo en su confesión que sí estuvieron presentes en el interior de la Capilla y tomaron el vino de la sacristía, aunque su permanencia dentro del templo no fue de más de 2 minutos y que no provocaron los desmanes que se dicen.
«Imaginaba que todo iba a quedar en el secreto de confesión”, concluyó.

 

El escrache público de los adolescentes fue lo que irritó a la opinión pública. Es que el mismo Obispo Urbanc opinó diferente cuando se le consultó hace poco tiempo sobre la denuncia sobre hechos de abuso sexual cometidos por el párroco de Andalgalá, Renato Rasgido. «No hay que fogonearlos», dijo entonces.

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