Devoción que desborda: multitudes ya caminan hacia la Madre Morena

La devoción por la Virgen del Valle volvió a transformar el paisaje catamarqueño.

Desde hace días, cientos de peregrinos —a pie, en bicicleta y en vehículos— recorren las principales rutas de acceso a San Fernando del Valle de Catamarca para llegar hasta el Santuario Catedral y rendir homenaje a la Madre Morena.

Este año, la postal tradicional de los últimos días de las festividades marianas se adelantó: el inicio de la novena coincidió con el fin de semana, lo que impulsó a miles de fieles a emprender antes su viaje espiritual. Las rutas se poblaron de familias, grupos de jóvenes y promesantes que avanzan con banderas, estampitas y velas, mientras que en la ciudad capital las calles cercanas a la Catedral muestran un incesante flujo de caminantes con la mirada puesta en la imagen sagrada.

En el interior del templo, los sacerdotes dedican horas a atender confesiones, escuchar intenciones y bendecir tanto a los peregrinos como a los objetos de devoción que estos llevan consigo: rosarios, medallas, fotos y cartas con pedidos personales.

El clima en Catamarca es de pura festividad. A cada paso se percibe un ambiente de emoción, recogimiento y gratitud. La llegada de la multitud marca el inicio de días intensos, cargados de fe y tradición, que reafirman el vínculo profundo que la comunidad mantiene con la Virgen del Valle, una de las advocaciones marianas más queridas del país.

Con el correr de la semana, se espera que el número de devotos continúe creciendo, dando forma a una de las manifestaciones religiosas más importantes del Noroeste argentino.

 

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