Senado: el peronismo impugnó la asunción de la libertaria Lorena Villaverde

El PJ de Río Negro busca impedir que la senadora electa jure por tener una causa por narcotráfico en los Estados Unidos y estar vinculada al empresario que fue extraditado Federico Machado. El tema se trata este miércoles en la comisión de Asuntos Constitucionales y genera dudas en la oposición. ¿La Libertad Avanza le suelta la mano?
En más de una sesión, el rionegrino le enrostró su detención en un aeropuerto de los Estados Unidos, por tenencia de cocaína. El hecho fue en 2002 y la causa se cerró en el año 2017. Pero no es la única causa que tiene a Villaverde como protagonista. También fue denunciada por la venta de unos terrenos en Las Grutas. Fue acusada de estafa.
A esto se le suma que es muy cercana a Claudio “Lechuga” Cicarrelli. Se trata del primo y socio de “Fred” Machado, el empresario narco, que tiene pedido de extradición a los Estados Unidos, y que echó por tierra la candidatura de José Luis Espert luego de conocerse su financiamiento a la campaña del 2019.
Villaverde subió más de una foto y video con Cicarelli en sus redes sociales, y hasta lo llevó al Congreso el día que juró como diputada.
Senado: los pasos a seguir
La gran duda es cuántas firmas reunirá la impugnación del PJ. De los 19 miembros que integran Asuntos Constitucionales, se da por descontado que los 8 de Unión por la Patria lo avalarán.
Las miradas están puestas en la UCR, que cuenta con 5 senadores. Este martes por la tarde, el bloque se reúne y será uno de los temas a definir. Ya es un hecho que el fueguino Pablo Blanco acompañará el dictamen. UP apuesta a que la larretista Guadalupe Tagliaferri también acompañe, pero lo cierto es que la porteña aún no fijó su postura. Tampoco se conoce qué hará la senadora que responde al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. Se trata de Mónica Silva, que guardará silencio hasta el final.
Más de un senador se encuentra en una disyuntiva. Por un lado, dudan en impedir que jure una senadora que fue electa por los rionegrinos y que la justicia electoral la habilitó a candidatearse. Por otro, les cuesta habilitar y convivir con una senadora vinculada con causas tan sensibles. Asimismo, están los que plantean que si en Diputados nadie tomó cartas en el asunto, cuando los casos ya eran de público conocimiento, por qué debería hacerlo el Senado.
Como fuere, saldado el asunto del dictamen, el tema se llevará al recinto el 28 de noviembre, cuando se celebre la sesión preparatoria, en la que jurarán los senadores electos. Ese día, si bien dan quorum los senadores entrantes, la votación que define el futuro de la rionegrina queda en manos de los 48 senadores que permanecen.
Si la mitad más uno rechaza la asunción de Villaverde, esta tiene dos opciones. La primera es judicializar el tema. De ser así, su banca quedaría vacía hasta que la Corte Suprema se pronuncie. La segunda opción es renunciar y que su lugar sea ocupado por su suplente en la lista.
Así las cosas, el futuro de la rionegrina es una incógnita. Por lo pronto, según pudo saber Ámbito, se hará presente en la sesión del 28, dispuesta a jurar como senadora y confía en que el tiempo le dará la razón.
Es más, días atrás, subió a sus redes sociales que tomó posesión de su legajo y subió fotos desde una de las bancas de la Cámara alta. El mensaje fue claro: está dispuesta a ir hasta el final.
Dudas en La Libertad Avanza
La duda es hasta qué punto La Libertad Avanza defenderá a la senadora electa. Es que cuesta imaginar a Patricia Bullrich, que recalará en la Cámara alta el 10 de diciembre, presidiendo un bloque integrado por una senadora con el historial de Villaverde.
Entre otras cosas, porque parecería ir a contramano de su discurso “el que las hace las paga”. Así como también, Bullrich será la principal defensora de la reforma al Código Penal que, entre otros ítems, agrava las penas para delitos por narcotráfico.
Los movimientos en el Senado alimentan la hipótesis de que los libertarios le soltarían la mano. Uno de los senadores que en estos dos años le complicó el escenario al gobierno le aseguró a este medio que, al menos hasta el cierre de esta nota, no había recibido ningún llamado libertario. Por lo general, en la previa a las sesiones más candentes, lo contactaban para “tantear” su posición frente a ciertos temas y analizaban la posibilidad de que revea su postura. Esta vez, esos contactos no existieron.
A esto se le suma que más de un libertario de la Cámara baja ya venía quejándose por compartir el bloque con Villaverde. Es que cada vez que su nombre llegaba a la prensa, tenían que bajar el perfil y evitar hacer entrevistas, por temor a que el periodismo les consulte por las causas de su compañera de bancada.
