África se desintegra: una fractura tectónica avanza y podría dividir el continente en dos
Una fractura tectónica en África Oriental podría dividir el continente en dos y dar lugar a la formación de un nuevo océano. Este fenómeno geológico, que avanza a un ritmo imperceptible para los humanos, está transformando la región y plantea interrogantes sobre el futuro de la geografía mundial.

Un fenómeno geológico de proporciones épicas está ocurriendo en África. Una fractura tectónica en el continente podría dar lugar a la formación de un nuevo océano y transformar drásticamente la geografía global. El punto crítico de esta división radica en el Sistema de Rift de África Oriental, una grieta tectónica que se extiende por Somalia, Kenia, Tanzania y Etiopía, y que comenzó a formarse hace al menos 22 millones de años.
En 2005, la aparición de una fisura de 56 kilómetros de largo en el desierto de Etiopía captó la atención de los científicos. Ahora, 20 años después, el proceso no solo persiste, sino que se acelera, según explicó Ken Macdonald, profesor de la Universidad de California en Santa Bárbara. La grieta se ensancha a un ritmo de 1,27 centímetros por año, un avance lento pero significativo en términos geológicos.
Un nuevo océano en el horizonte
El impacto de esta fractura podría ser colosal. Macdonald indicó que el Océano Índico podría inundar eventualmente el Valle del Rift de África Oriental, creando un nuevo océano cuya profundidad podría igualar la del Atlántico. Según el experto, esta transformación tomará millones de años, pero su estudio revela la magnitud de los cambios que ocurren bajo nuestros pies.
Un estudio publicado en 2023 en el Journal of Geophysical Research detalla que el movimiento divergente entre las placas tectónicas somalí y nubia está impulsado por la dinámica del manto terrestre y desplazamientos de roca parcialmente fundida bajo la superficie. Estos procesos internos continúan expandiendo la grieta tectónica.
El futuro “continente nubio”
La separación de África dará origen a una nueva masa continental, apodada el “continente nubio”. Macdonald señaló que este fenómeno único permitirá estudiar cómo se desarrollaron las grandes transformaciones geológicas de la Tierra, como la formación de los océanos actuales. Además, investigaciones prevén que las primeras masas de agua emergerán en el norte del Rift, donde el ritmo de extensión es más acelerado, según la profesora D. Sarah Stamps, de Virginia Tech.
El origen de la grieta tectónica
El Sistema de Rift de África Oriental, que abarca una extensión de más de 3.200 kilómetros, es el epicentro de este movimiento tectónico. Este sistema se originó en la región de los Grandes Lagos, donde las placas tectónicas somalí y nubia se encuentran y comenzaron a separarse. Los científicos atribuyen este proceso a lentos flujos circulares de roca fundida, impulsados por el calor del núcleo terrestre.
“Las fallas y deslizamientos en la región provocan actividad sísmica y erupciones volcánicas visibles”, explicó Macdonald. Aunque los cambios visibles en la geografía podrían tardar siglos o milenios, los avances científicos permiten vislumbrar cómo se transformará el planeta.
Impacto humano y natural
A pesar de la escala monumental de este proceso, Macdonald aseguró que los humanos no observarán cambios drásticos en el corto plazo. “Puede que sintamos terremotos o veamos volcanes en erupción, pero no observaremos cómo el océano destruye nuestras vidas”, explicó. Sin embargo, las “grietas” continuarán apareciendo y alterarán la geografía de la región, incluso dividiendo a Madagascar en dos islas.
Este fenómeno no solo destaca la dinámica activa del planeta, sino que también plantea interrogantes sobre el impacto que estas transformaciones geológicas podrían tener en la vida futura. África, el continente donde surgió la humanidad, se encuentra en un proceso de cambio que reescribirá la historia de la Tierra tal como la conocemos.