Se extendió el cáncer que padece José Mujica: «Me estoy muriendo», afirmó
"Mi cuerpo no aguanta otro tratamiento", afirmó el expresidente de la República, quien ya se despidió de sus compatriotas.

“Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo Mujica al semanario Búsqueda.
Mujica explicó que el cáncer en el esófago le «está colonizando el hígado». «No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”. «Me estoy muriendo», contó con lágrimas en los ojos y ante una Lucía Topolansky afligida, relata el semanario.
El expresidente entre 2010 y 2015, exsenador y exguerrillero, se definió como “un viejo en el final”, con el único deseo de trabajar la tierra en su chacra y “despedirse sus compatriotas y su barra”.
En el diálogo, Mujica celebra la vida que tuvo, remarcando que falta 4 meses para que cumpla 90 años. “Todos los días ando un poquito en el tractor, aunque sea simbólico, y estoy acomodando las cosas para los que van a quedar acá en la chacra. Compré un tractor nuevo a US$ 28.000. Para los que van a quedar acá, para que vivan. Quiero dejarles fierros nuevos. No tengo hijos, pero igual voy a dejar descendencia”.
Y agrega: “Yo me voy a morir acá. Ahí afuera hay un sequoia grandote (un árbol que él cultivó de una semilla que le regalaron). Está Manuela enterrada ahí (su perra). Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí. Y ya está”.
El mensaje de despedida de José Mujica
“Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Por eso, la primera categoría son mis compatriotas y de ellos me despido. Les doy un abrazo a todos”, dijo Mujica quien, fiel a su estilo, no perdió la oportunidad de proponer una reflexión sobre la política.
“Segundo, me despido de mis compañeros, los simpatizantes y todos los demás. Hace más de cinco años que no voy a un organismo de dirección. La realidad social y política no pasa por mi rancho. Ahora… tengo mis simpatías y cuando puedo dar una manito, la doy. Pero no soy un viejo consultor, que me tienen que pedir permiso. No, por el contrario. Los compañeros que manejan la 609 son ellos”, aclaró.