Murió Nora Cortiñas, histórica de Madres de Plaza de Mayo y militante de Derechos Humanos
La referente de Derechos Humanos y una de las Madres de Plaza de Mayo más reconocidas murió este jueves a los 94 años. Su hijo Gustavo fue desaparecido por la dictadura en 1977. Fue un ícono de la lucha social y muy querida por miles de personas.

En los años 70, su hijo Gustavo se sumó a la militancia política como tantos chicos y chicas de su generación. Militaba en la Juventud Peronista (JP) y hacía trabajo social en la Villa 31, en Retiro, donde conoció al padre Carlos Mugica. A Norita, como a cualquier madre, le preocupó que su hijo participara políticamente en una época de violencia política y represión estatal.
El 15 de abril de 1977 Gustavo fue secuestrado en la estación de trenes de Castelar. Tenía 24 años, estaba casado con Ana y tenía un hijo pequeño llamado Damián. Norita salió a buscar a Gustavo por todos lados. Al poco tiempo, se acercó a organismos como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) o la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
Al mes del secuestro de Gustavo, fue hasta la Plaza de Mayo. Un cuñado le había contado que un grupo de madres de desaparecidos se juntaban ahí para pedir por sus hijos e hijas. Ahí nació una nueva Nora. Sin dejar de ser la mujer que cosía y se dedicaba a su familia, se convirtió en una Madre de Plaza de Mayo. La búsqueda de Verdad y Justicia y la lucha contra la injusticia social del presente comenzaron a ser parte de su vida. Tiempo después se recibió de Psicóloga Social y llegó a ser docente en la UBA.
Con el kirchnerismo (2003-2015) mantuvo una equidistancia. Valoró las políticas de memoria y la reapertura de los juicios por los crímenes de la dictadura, pero no dudó en cuestionar desigualdades sociales o señalar la responsabilidad estatal en crímenes como la desaparición de Luciano Arruga, víctima de la policía bonaerense.
En el último tiempo, se posicionó decididamente en contra de Javier Milei y, sobre todo, de la vicepresidenta Victoria Villarruel, hija de un represor y reivindicadora de la última dictadura cívico-militar de 1976. Norita fue una de las personas que insistió para que este año, hubiera una sola marcha del 24 de marzo, aniversario del Golpe de Estado. Pero no tuvo éxito.
Hace poco, en una entrevista, le preguntaron qué le diría a todas aquellas personas que estaban desanimadas por el nuevo gobierno. Ya grande, pero muy lúcida, respondió:
«Hay tiempo para reponerse al cambio. Nosotras no vamos a bajar los brazos. Y vamos a levantar siempre en alto las banderas de lucha de nuestros 30 mil detenidos-desaparecidos. Yo creo que esto va a salir bien. Vamos a salir adelante«.
Reconocimientos a Nora Cortiñas
La última aparición pública de “Norita” fue el 24 de marzo pasado, cuando marchó en silla de ruedas para conmemorar un nuevo aniversario de la Dictadura Cívico-Militar de 1976 en el Día de la Memoria, Verdad y Justicia.
En ese momento, Nora Morales de Cortiñas fue reconocida en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires con el premio Jorge Morresi “a la trayectoria, al compromiso y a la defensa de la democracia y los derechos humanos”.
No fue la primera vez que la titular de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora recibió una distinción por su recorrido como activista. Entre otras distinciones, Cortiñas posee tres doctorados Honoris Causa por la Universidad Libre de Bruselas en el año 2000, la Universidad de Salta, en 2004, y la UBA, en 2012.
Cortiñas era psicóloga social y docente universitaria en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Además, era una de las máximas referentes de la causa de los detenidos-desaparecidos durante el la última dictadura cívico militar y la represión ilegal llevada a cabo por el Estado.