Día mundial de la concientización sobre el autismo: así se diagnostica en niños
La detección temprana de trastornos del espectro autista es clave para ofrecer intervenciones que mejoren significativamente la integración social y el desarrollo individual de los afectados
Expertos de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), adscrita a la Secretaría de Salud, han llamado a incrementar la conciencia pública acerca del trastorno del espectro autista (TEA), condición que afecta aproximadamente a 1 de cada 100 individuos a nivel global. Los especialistas en neurología, psiquiatría y salud mental han delineado las características clínicas y el tratamiento para el TEA. Uno de los aspectos destacados es la importancia de una detección temprana y un enfoque terapéutico multidisciplinario.
Las señales del autismo y fatores de riesgo
Las caracterizaciones principales incluyen dificultades en la comunicación y en el desarrollo socioemocional, junto con patrones de comportamiento restrictivos y repetitivos. Además, se menciona que algunos individuos pueden presentar ecolalia, condición del habla donde la persona, sin quererlo, repite las palabras o frases que acaba de decir ella misma o que acabó de escuchar decir a alguien más.
Mientras que otras personas muestran hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial, factores que deben ser cuidadosamente manejados para mejorar su calidad de vida. A pesar de los retos, se enfatizó en la capacidad de algunas personas con TEA de convertirse en expertos en áreas específicas de interés.
Respecto a los posibles factores de riesgo, los profesionales de Conasama listan variables como la edad avanzada de los progenitores en el momento de la concepción y la exposición a ciertos tóxicos durante el embarazo. Sin embargo, recuerdan que estos factores no determinan la aparición del TEA, enfatizando en la relevancia de un diagnóstico temprano y seguimiento continuo, especialmente durante los primeros mil días de vida del infante.
A menudo, el diagnóstico se realiza evaluando el comportamiento y el desarrollo de los niños. Los expertos sostienen que los TEA pueden comenzar a detectarse desde los 18 meses de edad, y hacia los dos años, un diagnóstico efectuado por un especialista en el área puede considerarse fiable. Sin embargo, numerosos niños y niñas no son diagnosticados hasta una etapa posterior de su desarrollo, y hay casos en los se detecta de forma tardía hasta la adolescencia o incluso en la adultez, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC).
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) enfatiza la importancia de realizar pruebas de desarrollo y comportamiento en niños en diversas etapas de su crecimiento, como parte de los chequeos médicos de rutina. Estos exámenes, que buscan evaluar el avance de los infantes en comparación con otros de su misma edad, son recomendados especialmente a los 9, 18 y 30 meses. Además, se aconseja realizar pruebas dirigidas a identificar el Trastorno del Espectro Autista (TEA) a los 18 y 24 meses de edad.
Las evaluaciones de desarrollo se diferencian del monitoreo habitual, ya que utilizan herramientas más formales, como cuestionarios y listas de verificación basadas en investigaciones científicas. Estas pruebas se interesan en aspectos clave como las habilidades lingüísticas, motrices, cognitivas, conductuales y emocionales del menor. Realizadas por profesionales en salud o en entornos comunitarios y educativos, estas evaluaciones son cruciales incluso si no existen preocupaciones previas sobre el desarrollo del niño.
Sobre el tratamiento, la Conasama señaló que predominan las terapias enfocadas en la comunicación, el lenguaje y el desarrollo socioemocional. La Comisión ha insistido en recordar la importancia de adaptar el enfoque terapéutico a las particularidades de cada caso. Aunque se carece de medicamentos específicos para el autismo, se pueden emplear tratamientos farmacológicos para abordar comorbilidades o alteraciones conductuales de mayor importancia. La intervención temprana es fundamental para facilitar la integración social y el desarrollo de habilidades.