Falleció Cinthia y su muerte generó marchas, reclamos e indignación
Bajo el lema “Ni una menos”, marcharon en la ciudad Capital y el interior de la provincia.
Numerosas manifestaciones se desataron ayer tras conocerse en horas tempranas de la mañana la muerte de Cinthia Aranda (37), la mujer que fue baleada por su expareja, un sargento de Policía de Pomán.
La mujer, que fue atacada por Diego Ortega (43) el pasado 4 de febrero, permanecía internada en grave estado, ya que la bala que su ex le descerrajó, ingresó por su mejilla y se alojó en la zona craneal y dejó de existir cerca de las 7 de la mañana de ayer.
La causa generó numerosas manifestaciones en la vía pública y redes sociales, ya que se llevaron a cabo marchas en la ciudad Capital (foto), en Andalgalá y Pomán con la consigna “Ni una menos” y “Basta de policías femicidas”.
Organizaciones sociales feministas apuntaron al Estado por su falta de respuesta ante casos de violencia de género y el incumplimiento de protocolos establecidos en casos de violencia dentro de las fuerzas policiales.
A su vez, la secretaria de Mujeres, Diversidad y Género, María Carrizo, indicó que “las estadísticas en Argentina dicen que el veinte por ciento de los femicidios son cometidos por agentes de las fuerzas policiales que son funcionarios públicos que tiene el
Estado policial, que significa el uso del arma de fuego veinticuatro horas y este femicidio fue eso, fue una muerte violenta de una congénere cometido fuera del horario de trabajo con un arma que se da al funcionario público para otra cosa”.
Acompañamiento
Por otra parte, se dio a conocer que el ministro de Seguridad, Gustavo Aguirre y el jefe de Policía, Ángel Agüero, fueron al encuentro de la familia de Cinthia en la mañana de ayer y se pusieron a disposición de sus necesidades con los recursos que hicieran falta.
Ataque e indignación
El 4 de febrero pasado, Cinthia y su hija, Luz Aranda, fueron atacadas a disparos por Ortega en la parte frontal de su domicilio, ubicado en Colpes, una pequeña localidad cercana a Saujil, en el departamento Pomán.
El sargento utilizó su arma reglamentaria para atacar a las dos mujeres y con Cinthia tenía dos hijos biológicos en común.
Tras el luctuoso episodio, imágenes del policía tomando mate en el patio del destacamento se hicieron virales y generaron indignación social.