Una ceremonia privada para la despedida de Gabriel García Márquez

Los restos del escritor colombiano, autor de la emblemática novela «Cien años de soledad», fueron cremados hoy en una reunión privada de la que participaron sus familiares y allegados más cercanos. Murió ayer, a los 87años, en la ciudad de México.

El cuerpo del escritor colombiano Gabriel García Márquez, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982 y signó el camino de la literatura latinoamericana, fue cremado hoy en una ceremonia privada en Ciudad de México, tras su fallecimiento ocurrido ayer a los 87 años en esa ciudad, donde vivía desde hace más de tres décadas.
Los restos del escritor fueron trasladados desde su residencia hasta una funeraria del barrio Pedregal en un coche fúnebre escoltado por un cordón de al menos 40 policías en motos, que debieron interrumpir el tránsito para poder avanzar en forma rápida.
La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García, dijo a la prensa que “los restos del escritor se icineraron en privado”, reportaron medios de México, donde autoridades nacionales anunciaron que el lunes realizarán un gran homenaje en el Palacio de Bellas Artes del Distrito Federal.
El autor de “Cien años de soledad”, considerado el padre del llamado “boom” de la literatura latinoamericana, nació en Aracataca el 6 de marzo de 1927 y en sus últimas apariciones públicas no hizo declaraciones a la prensa.
El escritor colombiano, llamado Gabo por su familia y amigos, había sido diagnosticado de un cáncer linfático en 1999 y en 2012 se dijo padecía demencia senil, lo que fue desmentido luego en un video que lo mostró celebrando su cumpleaños.
Los primeros años de su vida estuvo al cuidado de sus abuelos maternos, estudió Derecho en la Universidad Nacional de Colombia para complacer a su padre, pero en 1950 desistió y se trasladó a Barranquilla para trabajar como columnista y reportero en el periódico El Heraldo.
Vivió en diferentes países de Europa, donde trabajó como periodista, y en 1958 se casó en Colombia con Mercedes Barcha, con quien tuvo dos hijos: Rodrigo, quien se convirtió en cineasta, y Gonzalo, diseñador gráfico.
En 1960, tras el triunfo de la revolución cubana, viajó a La Habana, donde trabajó en la agencia creada por el gobierno de ese país, Prensa Latina, oportunidad en la que hizo amistad con Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro.
Tras su estadía en Cuba se trasladó a Estados Unidos, que le denegó la visa de entrada al país por considerarlo afiliado al Partido Comunista, por lo que viajó a México, donde vivió durante más de tres décadas.
García Márquez, considerado uno de los principales referentes del realismo mágico latinoamericano, publicó en 1967 su libro “Cien años de Soledad”, una de sus obras cumbres que en una semana vendió 8 mil copias.
Su obra, que comprende la publicación de más de 40 libros, el primero de ellos “La hojarasca”, en 1955, y el último “Yo no vengo a decir un discurso”, en 2010, fue distinguida en diferentes oportunidades y en 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Entre sus publicaciones se encuentran: “El coronel no tiene quien le escriba” (1961), “Los funerales de la Mamá Grande” (1962), “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” (1972), “El otoño del patriarca” (1975), “Crónica de una muerte anunciada” (1981) y “El amor en los tiempos del cólera” (1985).
El escritor y periodista colombiano recibió el Premio Dimitrov de Bulgaria, la Condecoración del Aguila Azteca de México y la Orden Félix Varela de primer grado de Cuba, entre otros, mientras que la Universidad de Columbia le otorgó el doctorado honoris causa y el gobierno francés la Legión de Honor.
García Márquez se mostró comprometido con la política de Latinomérica y en diferentes oportunidades, como cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, dijo: “América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental”.
Algunas de las obras del escritor colombiano, que fue guionista de películas mexicanas en los años 60, fueron llevadas al cine, entre ellas, “Crónica de una muerte anunciada“, “El coronel no tiene quien le escriba“ y “El amor en los tiempos del cólera“.

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